VOLVER

Por María Cruz Ciarniello

Sobre el final de la charla Amanda Canteloro menciona el nombre de la perra de la que tuvo que despedirse en Madrid, en 1984: se llamaba Natacha. Ella y sus dos muñecas de peluche son los afectos que guarda en su memoria tan fresca de aquellos primeros años en España, donde Amanda nació en 1980.

“Siempre algo extrañas, siempre algo queda en la memoria. El exilio es un desarraigo total"

Regresaron en 1984. Su papá se radicó en Buenos Aires, Gloria y Amanda en Rosario donde vive toda su familia materna. Dirá Amanda que esta ciudad es su lugar en el mundo y no duda ni por un segundo. Es que su tierra de pertenencia es Argentina -y Rosario particularmente- aunque haya tenido que tramitar dos nacionalidades

¿Volver? Amanda dice que sí. Que regresaría a España solamente a visitar los lugares que recorrieron su papá y su mamá. Que para ella, el exilio empezó en 1984 cuando por fin terminaba el de su mamá. Que recuerda el sabor de los chocolates que comía cuando era chica y que jamás volvió probar, y el olor de la Nutella untada en pan que le preparaba Gloria.