La Asamblea Lesbotransfeminista lleva años construyéndose en unidad y con un sentido que cobra vitalidad en estos tiempos: la horizontalidad y la democracia feminista participativa. Forman parte cerca de 85 organizaciones transfeministas, sindicales, políticas, estudiantiles, barriales, sociales y colegiadas que cada semana se reúnen en la Toma para construir mucho más que una agenda de lucha. “La Asamblea significa organización, redes, contención, trinchera, resistencia, aprendizaje, vínculos”, sostienen.
Falta poco para las seis de la tarde. Es lunes y detrás del bar del Centro Cultural La Toma se va desarmando la pila de sillas para disponerlas en ronda. Está por empezar la asamblea previa al 3J, una de las fechas más importantes de la agenda transfeminista. Pasaron 10 años desde el primer grito de Ni Una Menos y quedan detalles por ultimar para la jornada que al día siguiente llena las calles. No es una fecha más y en la ronda repasan con énfasis cada punto del documento que leerán con las demandas. Organización colectiva, escucha, consenso y tejido de redes es lo que convoca a les integrantes de la Asamblea Lesbotransfeminista Rosario en cada encuentro. Un espacio de unidad que cerca de 85 organizaciones transfeministas, sindicales, políticas, estudiantiles, barriales, sociales y colegiadas sostienen cada semana.
La asamblea funciona hace años y pasó por diferentes denominaciones. «Entre 2002 y 2003 fue la Multisectorial Rosario», recuerda Liliana Leyes, militante transfeminista, integrante de la Asamblea y de ATE Rosario. Con los años y «a medida que el movimiento de mujeres y disidencias fue transformándose», fue mutando en su denominación. La Asamblea Lesbotransfeminista de Rosario, como tal, nació en medio de la pandemia y el aislamiento por Covid 19. «Fue cuando las situaciones de violencia de género se sucedieron en el encierro. Era muy difícil poder acompañar a las víctimas, por lo tanto conformamos la asamblea virtual para no solo acompañar sino también articular con el Estado y los Ministerios que programan la asistencia política para esa población», señala Leyes sobre aquellos meses de 2020.
Cuando comenzaron a ceder las restricciones a la presencialidad encontraron en La Toma, un histórico espacio de organización de las clases populares, el lugar para los encuentros. Referentes de sindicatos, organizaciones sociales, feministas, de derechos humanos y barriales se encuentran allí cada lunes, desde entonces, para mantener el diálogo sobre los temas de coyuntura. A mediados del mes pasado, como ejemplo, la reforma constitucional de la provincia fue eje de los encuentros. «Estuvimos siendo parte de la organización del encuentro de mujeres y disidencias por la reforma de la Constitución con algunos principios básicos que creemos que esta reforma debe tener, que es la perspectiva de género, de derechos humanos y de justicia social», sostiene Leyes.
Para Liliana, histórica militante por los derechos laborales y de género de Rosario, la agenda feminista «es muy profunda y transversal a la vida». Por ello, sostiene que se va trabajando con «diferentes ejes, como es hoy la Constitución, pero también en cada fecha de la agenda feminista. Los documentos que construimos en las asambleas expresan la voz de esas mujeres», dice. «Nuestra forma es asamblearia, colectiva y por consenso».
«Estuvimos siendo parte de la organización del encuentro de mujeres y disidencias por la reforma de la constitución con algunos principios básicos que creemos que esta reforma debe tener, que es la perspectiva de género, de derechos humanos y de justicia social»
Viviana Della Siega, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, también repasa aquellas primeras denominaciones que tuvo la Asamblea de la que forma parte: «Se denominaba Articulación Feminista, y antes que eso, Mujeres Autoconvocadas Rosario. Fueron diferentes nombres hasta llegar a la Asamblea Lesbotransfeminista», señala. Al describirla, destaca que «es una construcción muy interesante, porque es absolutamente horizontal y abierta. Ahí la palabra circula, no importa si viniste por primera vez o hace años que participás. Rescato mucho eso de lo horizontal y la igualdad, el respeto, aunque hay discusiones, aprendemos mucho a escucharnos. También hay variedad, porque hay gente de diferentes partidos, edades, experiencias, gente de los barrios, de la universidad, eso le da la riqueza. Hay diferentes miradas según cada experiencia y cada trayectoria».
Además recuerda que antes de diciembre de 2023, los encuentros no siempre eran semanales. «A partir de Milei, y de lo que viene pasando casi todos los días -en relación a las políticas que cuestionan desde los documentos que van elaborando con las demandas y reclamos coyunturales-, es que nos vamos reuniendo todos los lunes. A veces somos cien, a veces somos quince. Nos vamos sosteniendo unas con otras», señala.
Aprendemos mucho a escucharnos. También hay variedad, porque hay gente de diferentes partidos, edades, experiencias, gente de los barrios, de la universidad, eso le da la riqueza.
***
El 29 de junio se realizaron las elecciones legislativas en Rosario. El espacio de unidad entre Ciudad Futura y el peronismo local, encabezado por Juan Monteverde, resultó ganador con poco más del 30 por ciento de los votos. Majo Poncino, militante histórica de Mujeres Evita, es una de las concejalas electas de esta lista -Más para Santa Fe- y asumirá su banca en diciembre de este año. Pero Majo es además y sobre todo un gran pilar de la Asamblea y una de las referentas feministas populares de la ciudad de Rosario. Recuerda que antes de la denominación de Asamblea, también se llamó Comité Feminista ante la emergencia sanitaria. «Formamos el Comité porque en ese contexto no había expresión, representatividad de compañeras y compañeres en los comités de emergencia». Hoy, sostiene que la Asamblea es un espacio muy importante. “Significa organización, lucha, redes, contención, trinchera, resistencia, aprendizaje, vínculos, entre otras cosas que nos forman y nos sostienen. Para mí, es el espacio donde se expresa la democracia feminista».
En ese sentido, plantea que las asambleas «expresan no solo la sostenibilidad en el tiempo sino por la propia dinámica de horizontalidad, transversalidad, amplitud manifiesta que ya no tiene márgenes, que desborda las calles, las propias asambleas, los sindicatos, las organizaciones, los partidos políticos. Logró sentarse en cada uno de los espacios y de las familias”. Para Majo las asambleas son la caja de resonancia “donde creamos estrategias, herramientas y pensamos en nuevas formas de hacer política, de organizarnos y seguir construyendo una agenda política, social y cultural que nos contenga y nos represente».
“Significa organización, lucha, redes, contención, trinchera, resistencia, aprendizaje, vínculos, entre otras cosas que nos forman y nos sostienen. Para mí, es el espacio donde se expresa la democracia feminista».
Micaela es parte del pueblo Qom de barrio Los Pumitas y cuenta que en el 2018 se integró a las asambleas. «Estoy en defensa de los derechos de la mujer originaria. Soy hablante de mi lengua, una referente en la lucha por nuestros derechos, que nos los están empezando a sacar, no solo por ser mujeres, sino por ser pobres. Me considero una mujer feminista, porque en esta Asamblea aprendí muchas cosas, derechos, la igualdad de género, porque en las comunidades era muy cerrado y muchas abrieron los ojos; el tema de los femicidios. Además, en las comunidades también tenemos compañeras trans. En estas fechas se esperan las marchas. También sabemos que el tema de la ESI en la lengua materna es muy necesario. En nuestras comunidades somos 90% mujeres, 5000 compañeras en zona norte, oeste y sur. Estamos con nuestra bandera alta, luchando día a día, porque la situación está muy mal, no hay trabajo».
A pesar de que una tiene estas herramientas, muchas veces te encontrás con una pared y cuesta. Estos son los lugares que por más que una venga con problemas, una saca fuerzas para seguir adelante de tu casa, de tu barrio, del comedor, de la organización. Es importante poder salir colectivamente, no bajar los brazos y que nuestras voces no se callen».
Vanina, integrante de la Corriente Clasista y Combativa, también participa desde 2018. «Me sumé con la causa de Paula Perassi», recuerda sobre la sanlorencina desaparecida en 2011. «Lo hice más como mamá, me vi reflejada, me angustió mucho», cuenta. Y recuerda que durante 20 años sufrió violencia de género. «Fui descubriendo mucho con los encuentros y el grupo. Siento que estos espacios son muy necesarios, un pilar y a muchas de las que somos cabeza de familia, que vivimos en los barrios donde solamente trabajamos y vamos a nuestras casas, hay muchas cosas que no conocemos o creemos que es algo común. Es muy importante este camino, esa unidad y hermandad, estar luchando por alguien que quizás no conociste. Yo fui a mi primer encuentro en Trelew y fui conociendo los tipos de violencia, abriendo los ojos», señala. También dice que está en un proceso personal por otras situaciones de violencia y reflexiona: «A pesar de que una tiene estas herramientas, muchas veces te encontrás con una pared y cuesta. Estos son los lugares que por más que una venga con problemas, una saca fuerzas para seguir adelante de tu casa, de tu barrio, del comedor, de la organización. Es importante poder salir colectivamente, no bajar los brazos y que nuestras voces no se callen».
Me considero una mujer feminista, porque en esta Asamblea aprendí muchas cosas, derechos, la igualdad de género, porque en las comunidades era muy cerrado y muchas abrieron los ojos; el tema de los femicidios.
Silvia Ciccone, Ruly, asegura que es fundamental cuidar el espacio de la Asamblea. “Es como si fuera una rosa de cristal y hay que cuidarla, porque acá hay unidad, estamos todas acá, y eso se hizo después de mucha calle, de mucha lucha, de escuchar y discutir. Este es un espacio donde hay muchas compañeras y compañeres de distintos sectores y es muy importante sostenerlo”. Y para cerrar elije una metáfora que refleja lo que para todas significa este espacio construído desde los territorios. “Para mí esta asamblea es eso, una rosa de cristal, porque es un ejercicio permanente de la unidad y de una conciencia de que nos tenemos que acompañar. Esa palabra, acompañar, está permanentemente».
Sumate: https://www.facebook.com/asambleafeministarosario