Invitados por la Agrupación Aire y Cincel, la Poderosa estuvo en Rosario. Cómo hacen y piensan la Garganta, la revista de cultura villera que tiene en cada tapa el grito de un famoso. Además, participaron de un taller junto a quienes elaboran la revista de la comunidad qom Qadhuoqté, Miradas Abiertas. Seis barrios de Capital y 15 asambleas villeras en todo el país conforman La Poderosa que además sostiene una cooperativa textil, de distribución y gastronómica y desarrolla en las villas, el programa de alfabetización Yo si puedo. Autogestión y poder popular.
Grito uno
Bautista recorre Venezuela en este preciso instante, y desde la mismísima tierra del Comandante Chávez, abre sus ojos para llenarse de más revolución.
Es la primera vez que viaja en avión. Jamás imaginó lo que significaba volar. Pero ya saben: al grito, cuando nace de la necesidad de decir, no hay quien lo pare. Es poderoso, como la garganta de Bautista; la que fue parida de las 15 asambleas villeras que hoy conforman La Poderosa.
Cuenta: ¿Cómo hago? ¿Cómo explico que hace un ratito me estaba riendo y ahora estoy llorando? ¿Cómo logro que me comprendan? Más vale, estoy feliz, muy feliz, pero no pude contener las lágrimas. No bien se montó el avión sobre las nubes, no pude. Como padre de familia, como hombre humilde, de trabajo, jamás imaginé que algún día estaría sobre un avión.
Desde la Rodrigo Bueno hasta Caracas, Bautista Guevara, -37 años, nacido en Lima, laburante desde los 9- vuela por un sueño que no es un punto de llegada, sino de partida. “Después de Maduro, la urbanización para las villas”, asegura su garganta, multiplicada en miles. En pocos días leeremos la crónica de la entrevista con el presidente Nicolás Maduro. La tapa de la Garganta Poderosa será, seguramente, ese grito contagiado de la revolución bolivariana.
Grito Dos
Volvamos a tierra. Bajamos del avión y regresamos a la Argentina. Más precisamente a Zavaleta. De este barrio porteño, el mismo que el periodista Facundo Pastor catalogó como “la villa más peligrosa del país”, en un amarillo corto televisivo, esos que algunos llaman “periodismo de investigación”, se parió una de las revistas más importantes de la Argentina: la Garganta Poderosa.
El escrache y la movilización que en ese momento realizaron los vecinos de Zavaleta frente a las puertas del canal América TV, en el 2010, repudiando la estigmatización que hiciera del barrio el periodista Facundo Pastor, fueron la semilla del poder decir y del poder hacer: la Poderosa comenzó a gritar en respuesta a una gran necesidad: producir sus propias noticias.
Lejos de la imagen de ese barrio donde pasar implicaba “un desafío a la muerte”, según decía el informe televisivo, Zavaleta es un lugar donde los pibes andan por la calle y los vecinos toman mate con la puerta abierta, donde también se organizan para defender los derechos que el gobierno de la ciudad les niega, donde hay arte y alegría, solidaridad e injusticia social. El barrio se inunda, las ambulancias no ingresan, no hay redes cloacales en condiciones y la policía gatilla fácil. Pero también, Zavaleta es poder popular; como la villa 31 bis, la Rodrigo Bueno, la 21-24 o tantas otras donde diariamente los vecinos tejen estrategias para paliar la indiferencia estatal, la represión y la discriminación que sufren.
Porque no es fácil conseguir laburo para un vecino de Zavaleta o de cualquier otra villa; porque los servicios de ambulancia se niegan a entrar a los barrios. Porque al gobierno de Mauricio Macri le importa poco y nada los insistentes reclamos que realizan los vecinos en las villas. ” Pascual, de la Villa 31 bis, murió esperando que el SAME se dignara atenderlo; a Facundo, de 14 años, lo aplastó un árbol que cayó sobre su vivienda, “derrumbándola, no solo por el tamaño del tronco, sino por la precariedad de los techos donde nos toca soñar los pobres. Facundo y sus sueños quedaron ahí, inmóviles, debajo de una pared y muchas injusticias”. Su mamá había denunciado en tres oportunidades los riesgos que implicaba ese árbol, junto a la casa 58 bis de la manzana 24 de la Villa 21-24. “A Facundo no se lo llevó el temporal, ni la furia de la Pachamama ni la crueldad de la naturaleza, no. Se lo llevó la injusticia social y la falta de humanidad de muchos que asumieron con bombos y platillos el compromiso de gobernar una ciudad para todos”, escribe Paola, una de las comunicadoras populares de la Garganta.
Para los grandes medios no es noticia la muerte por negligencia estatal de la gente en las villas, tampoco lo es su cultura ni sus reclamos ni su cotidianeidad.
Grito Tres
De la necesidad de decir -entonces- nace la Garganta, el “brazo literario” de la Poderosa, una fuerza social que articula 6 barrios de Capital y 15 asambleas barriales distribuidas en todo el país: Córdoba, Chubut, Tucumán, Neuquén, San Luis, Entre Ríos, Jujuy y Buenos Aires.
Un tremendo espacio de resistencia que este año cumple 10. El nombre es guevarista, como las ideas que cada día sostienen el cuerpo en la calle. Es un homenaje a la moto que acompañó al Ché en su viaje por Latinoamérica. Y también, el nombre simboliza la idea de poder popular que se hace carne en cada decisión tomada por consenso en las asambleas que se realizan en las villas.
Dice La Poderosa: el poder no está en manos de los gobernantes de turno sino en las nuestras. En las tuyas, en las mías, en las de tu hermano, tu vecino, tu amigo. En fin, en las de todos. Nosotros tenemos el poder de cambiar el mundo, de hacer y hacernos felices, de transformar en sonrisas las lágrimas, de generar una nueva realidad dentro de esta realidad siempre modificable.
Grito Cuatro
Si algo caracteriza a la Poderosa es su anonimato. Ante todo, son un colectivo, y eso, al interior de la organización es ley. No hay nombres propios que se atribuyan ser la Poderosa; no los van a encontrar si es lo que buscan.
La Poderosa firma así, como suena. Con todas esas voces articuladas en un mismo y diferente grito. “Nuestro anonimato no se trata de ocultarse, ya que cualquiera puede comunicarse con nosotros y, de hecho, lo estamos esperando. Se trata básicamente de proteger un trabajo que es netamente colectivo y social de cualquier usurpación personalista, partidaria, religiosa o económica. De hecho, al estar La Poderosa constituida por personas de diferentes credos, historias, culturas, etnias o nacionalidades, no resultaría sencillo encontrar a un vocero que pudiera, en sus espontáneas declaraciones, representar a todos. Por lo tanto, elegimos escribir”, expresan.
Sin embargo, nombres –como el de Bautista- merecen ser gritados. La Garganta Poderosa se lanzó a la búsqueda de periodistas villeros apenas iniciaron la revista y no encontraron ninguno. No hay cuadros, no hay nombres. Como si la voz del periodismo estuviera reservada para una clase o para una Universidad que nunca es la de los barrios.
Entonces, dijeron, hay que parir comunicadores que hablen desde las villas de nuestro país. Y esos nombres tienen que hacerse escuchar. Así, por ejemplo, Bautista, laburante de la Villa Rodrigo Bueno, viaja a Venezuela para hacerle una nota al presidente Maduro, y otros comunicadores populares que integran la redacción de la Garganta entrevistaron a Estela de Carloto; León Gieco, Joaquín Sabina; Riquelme, Messi, el Indio Solari, Ricardo Mollo, Tevez, entre muchos otros famosos. La lista de cada uno de esos gritos, que fueron y son tapa de la revista, es poderosa.
Si indagamos en el staff, vamos a encontrar que Rodolfo Walsh es el redactor en jefe; y Cortázar, Roberto Santoro, el Padre Mujica, Ernesto Guevara, son algunos de sus colaboradores más firmes. Y mientras Macri los espía o las Cía los persigue, ellos construyen un consciente colectivo, contando lo que pasa en sus villas.
Grito Cinco
Aunque un famoso sea tapa, no esperen encontrar una nota al estilo “Caras” o Gente, no. De lo que se trata es de buscar otro diálogo; de ahondar en esas realidades invisibilizadas, de preguntar lo que otros nunca harían. Ni el cómo, ni el qué, ni los cuándo. La Garganta pregunta los “por qué”, 5 veces, “por qué” pasa lo que pasa. Dar vuelta el ABC del periodismo es una de las premisas. ¿Por qué? Porque, según dicen, es la manera de buscar lo que subyace en la superficialidad de un hecho o una noticia. Entonces, aparece Messi con la remera de Mariano Ferreyra y Andrés Ciro, ex Piojos, con la del Juicio y Castigo; o Riquelme diciendo que también es inseguridad la muerte de Pascual y Humberto; o Joaquín Sabina defendiendo la estatización de YPF; o Viatri, jugador de Boca, gritando que ser pobre no es delito. Y más allá de la nota de tapa, la realidad cotidiana de cada villa.
Los títulos de las notas se presentan en la parte inferior de cada página. “El poder se construye de abajo hacia arriba y no al revés”., dice la Garganta. ¿La agenda? Lo que dicen y deciden las asambleas barriales.
En su paso por Rosario, donde participaron de un taller con integrantes de la comunidad qom Los Pumitas de la zona noroeste de la ciudad, La Garganta le dijo a enREDando: “decidimos hacernos eco de nuestra propia garganta y expresarnos, ya que muchos medios nos excluían y sacaban del contexto social. Somos conscientes que más del 90% de los medios nos estigmatizan, nosotros no creemos que los pibes que consumen drogas sean pibes peligrosos. Tenemos que tener en claro que el índice de los pibes que son catalogados como peligrosos están en situación de peligro y todo eso hace que levantemos más nuestra voz. La Garganta sirve para que todos los de afuera se enteren de lo que pasa en nuestro barrio y que no haya un circo mediático. Que lo que pasa en los barrios los cuenten los propios vecinos, los propios comunicadores que somos nosotros, con nuestra propia subjetividad”. Ahora, tienen un sueño por el que todos los días ponen el lomo y hacen una revista de calidad, con las mejores fotos y el mejor papel. “No queremos ser mano de obra villera. Queremos competirle a Magneto. Esa es nuestra estrategia”.
Grito Seis
Poder popular suena cada vez que habla la Poderosa, y así se organizan. Asambleas semanales en cada barrio donde se discuten las realidades particulares de las villas y una asamblea orgánica donde se reúnen los referentes para compartir lo que sucede en el territorio. ¿Organización? La Poderosa no solo trabaja desde la comunicación popular con la revista. También es una cooperativa de distribución, una cooperativa textil donde próximamente van a estar estampando remeras con la cara de Riquelme y Chizo de la Renga, y una cooperativa de alimentos.
La Poderosa es educación popular. En las villas llevan adelante el programa de alfabetización cubano “Yo sí puedo”. “No es casual que nuestros vecinos no sepan leer ni escribir, los de afuera han ignorado a nuestros vecinos porque todo el tiempo estuvieron laburando y nunca tuvieron esa oportunidad de estudiar. Nosotros implementamos esa alfabetización, ese camino, reivindicando lo que es Cuba.” Hoy, la Poderosa convoca a facilitadores que quieran sumarse a alfabetizar en los barrios. “La Patria Grande no se podrá construir hasta que todos no sepamos leer y escribir”. El programa Yo si puedo permitió erradicar el analfabetismo en Cuba hace más de 30 años. Lo mismo Venezuela, implementando el plan educativo cubano. Con la Poderosa, cualquiera puede sumarse.
Grito Siete
Sigamos volando. Viajamos con Bautista en el avión y nos emocionamos con él, o a través de su relato que nos llega a los miles de seguidores de la Garganta Poderosa vía Facebook, otra herramienta que utilizan para adelantar las notas, o simplemente protegerse de la apropiación de terceros. No debaten por Facebook ni se encuentran por las redes. “No tenemos muro en nuestras villas porque no todos tenemos techo”, señalan.
Bautista fue elegido por las 15 asambleas villeras para viajar a Venezuela. Escribe el 12 de junio de 2013: Sólo 14 años, le bastaron a la Revolución Bolivariana para atender esas necesidades que no pueden esperar hasta mañana. Y lo mejor ha sido cómo se impulsó esa transformación, porque todos los cambios de la barriada nacieron de la autodeterminación. Erradicando la droga, la alienación y la vagancia, el pueblo se arremangó y el Estado fue su caja de resonancia, contra los Macri, los Capriles, los Santos o los Uribe, aquí neutralizados por el movimiento “Alexis Vive”. ¿Qué cosa es eso? Una experiencia gloriosa, villera y potente como La Poderosa.
El relato sigue. La experiencia probablemente sea parte de una nota en el próximo número de la Garganta que esperamos con ansias. Que se terminará de editar en la redacción poderosa que tienen en la ex Esma, la que nació como pudo en Zavaleta, y ahora, construye sus pilares junto a los hijos de los 30 mil desaparecidos.
¿Y cómo es eso? “Estar en la Esma es grandioso”, dicen. “Históricamente nos encasillaron que todos los que vivimos en la villa solo luchamos por las cloacas, las ambulancias, la urbanización, menos por la memoria.” Como si no tuvieran derecho a reclamar por la memoria. La Poderosa reivindica esa bandera. “Nos sentimos representados en ese espacio, hoy vemos vida y flores en la ex Esma. Sentimos que somos parte de la memoria y lucha que dieron los 30 mil desaparecidos”, cuentan a enREDando.
Gritamos Todos
¿Qué nos queda por contar? Mucho. Por ejemplo, que la Garganta se financia sin publicidad oficial, ni comercial. Que la “bancan”, con la venta de las revistas. Que empezaron a autogestionarse haciendo choripaneadas, peñas, rifas. Que con la primera tapa con el grito de Riquelme editaron 3000 mil ejemplares; 1000 distribuyeron en los barrios y los otros 2000 vendieron a 10 pesos, recaudando 20 mil pesos que permitieron seguir gritando más números. Que la Garganta no tiene jefes ni patrones. Que más de 30 personas laburan para hacer la revista de cultura villera que entre sus páginas habla de vida, alegrías, y muerte impunes de los pibes de los barrios; de las necesidades de todos los días, de las voces que traspasan los muros de las cárceles, de historias de vida villeras que no son nota en ningún medio, y que también tiene un espacio de clasificados para los laburantes del barrio. Que discuten de políticas públicas para las villas, sin renunciar a su identidad apartidaria. “Queremos participación en el espacio de toma real de decisiones”, reafirman.
La Garganta Poderosa presentó en el Congreso junto a cientos de revistas culturales un proyecto de ley de fomento para los medios gráficos independientes y autogestivos. “Nos dá más identidad a todo lo que venimos haciendo y se va a realzar nuestras voces de las villas”, apuntan.
Porque son ilusión, diginidad, cultura, locura, libertad, participación, identidad, trinchera, capacidad, emoción. Un grito disperso y poderoso que no se calla ante nada ni nadie. Ya lo dijo Galeano: si le niegan la boca, habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea.
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