La Mesa de la Memoria por la Justicia de la ciudad de San Nicolás invita a participar del acto de Señalización de la UP N°3 de nuestra ciudad. La cárcel funcionó como lugar de “blanqueo” de los detenidos provenientes de otros centros clandestinos, como la Brigada de Investigaciones, señalizada en septiembre de 2012. El evento tendrá lugar el martes 19 de noviembre, día de la Memoria de los Nicoleños, a partir de las 17 hs en Av. Savio y Ponce de Leon. Artistas locales participarán del acto.
La UP 3 y el Terrorismo de Estado
En el marco de los 30 años de la recuperación de la democracia, del inicio del segundo juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en San Nicolás y del “Día de la Memoria para los Nicoleños”, el Estado Nacional, la provincia de Buenos Aires y la Mesa de la Memoria por la Justicia local señalizarán el 19 de noviembre la Unidad Penal 3 (UP3) por su funcionamiento como prisión política y centro clandestino de detención durante el terrorismo de Estado.
El plan de persecución y aniquilamiento de la clase obrera en San Nicolás, como en todo el cordón industrial del río Paraná, comenzó a ejecutarse en 1975 luego de las movilizaciones populares y el triunfo electoral de los trabajadores metalúrgicos de base frente a la burocracia sindical en Villa Constitución, que dieron nombre al “Villazo”.
Con la Triple A operando en la zona, más de 20 trabajadores fueron asesinados y unos 300 detenidos en la cárcel de Coronda y otros penales como la UP3, entre ellos un grupo de militantes de Villa Pulmón, barrio cercano a la Parroquia de San Cayetano, donde hoy se erige el santuario de la Virgen del Rosario.
Tras el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976, la población del penal nicoleño se incrementó notablemente y una vivienda para el personal jerárquico ubicada dentro del predio pasó a utilizarse como centro clandestino de detención.
Allí permanecieron secuestrados con sus hijos y fueron torturados, el matrimonio de María Cristina Lanzillotto y Carlos Benjamín Santillán, militantes del PRT-ERP. Tras permanecer desaparecidos durante años, los restos de Lanzillotto fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 2006 y los de Santillán en 2009. Los niños fueron recuperados por su familia. También fue visto en el lugar el soldado conscripto y militante de la UES-Montoneros, Gerardo Jorge Cámpora, trasladado desde la Base Aérea de El Palomar en mayo 1977 y desde entonces desaparecido.
La cárcel funcionó como lugar de “blanqueo” de los detenidos provenientes de otros centros clandestinos, como la Brigada de Investigaciones, señalizada en septiembre de 2012. La mayoría eran oriundos de San Nicolás, Ramallo, Pergamino, Baradero, San Pedro y de otras ciudades bajo jurisdicción del Área Militar 132, cuya jefatura dependía del Batallón de Ingenieros de Combate 101. Otros provenían de Junín, Chacabuco y Rojas, lugares que estaban bajo la órbita del Área Militar 131, ambas de la llamada Subzona 13 con asiento en Junín.
Por el pabellón de presos políticos pasaron intendentes, concejales y legisladores locales, y un alto porcentaje de mujeres. La detención de sacerdotes agudizó el enfrentamiento entre el obispo local, Carlos Ponce de León -quien siempre acompañó los reclamos de los familiares de perseguidos por razones políticas- y el máximo responsable de la represión en la zona, el teniente coronel Manuel Saint Amant. El obispo fue asesinado el 11 de julio de 1977.
Una política de Estado
Se realizan marcaciones tanto en los ex Centros Clandestinos de Detención como así también en lugares donde ocurrieron hechos emblemáticos del accionar de la represión ilegal o acciones de resistencia de la sociedad civil. Con la identificación externa de los predios e inmuebles utilizados como centros clandestinos de detención se busca visibilizar la función que tuvieron estos espacios para el plan sistemático de tortura, exterminio y terror social implementado desde el Estado durante la última dictadura (1976-1983) y sus antecedentes en la represión ilegal. La marcación progresiva de los más de 500 ex centros del horror en todos y cada uno de los lugares del país donde se desplegaron, se propone interpelarnos como sociedad, promover la reflexión crítica e incentivar la construcción de memorias democráticas que tengan en cuenta la historia y las experiencias de nuestro pasado reciente y sus vinculaciones con el presente.
Las señalizaciones de ex centros clandestinos de detención en el marco de la Red Federal de Sitios de Memoria son el resultado de la articulación de un conjunto de políticas estatales e iniciativas sociales de las que participan:
• El Estado Nacional, a través del Ministerio de Defensa; del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos; y del Archivo Nacional de la Memoria.
• Los estados provinciales, a través de sus áreas de derechos humanos, obras públicas y afines.
• La sociedad civil, por iniciativa de los organismos de derechos humanos, los sobrevivientes de los centros clandestinos de detención y distintas organizaciones políticas y sociales comprometidas con la temática.