Encontraron al nieto de Estela de Carlotto. Vive en Olavarría, tiene 36 años y es músico. Se presentó por cuenta propia para hacerse los análisis. La titular de Abuelas sostuvo que su hija asesinada, Laura, madre del joven recuperado hoy, desde el cielo estará diciendo: “Mamá ganaste una batalla larga”.
Estela Carlotto estaba convencida de que algún día, lo que pasó este día pasaría. Que Guido, su nieto, el hijo de su hija, volvería para recuperar su vida. Pero no imaginó que sería el nieto 114 restituido por la organización que desde 1989 conduce. Treinta y seis años pasaron desde que lo arrancaron de los brazos de Laura, en las sombras de un centro clandestino, el 26 de junio de 1978. Una de las versiones más fuertes dicen que a Laura la trasladaron a dar a luz al Hospital Militar Central. “Él me buscó. Se cumpió aquello que decíamos las Abuelas: ellos nos van a buscar”, dijo Estela en una conferencia de prensa en la sede de Abuelas.
“Estoy muy bien, estoy feliz”, fue el mensaje que le mandó Ignacio-Guido a su tía apenas supo su verdadera identidad. “Ya tengo mis catorce nietos conmigo”, fue lo primero que pensó Estela ni bien recibió la noticia de boca de la jueza María Romilda Servini de Cubría. Es “una alegría enorme que me brinda hoy la vida”. “Esto es un premio para todos, ya tengo mis 14 nietos conmigo”, dijo Carlotto y sostuvo que su hija asesinada, Laura, madre del joven recuperado hoy, desde el cielo estará diciendo: “Mamá ganaste una batalla larga”.
“El me buscó. Los portarretratos vacíos que lo están esperando tendrán su foto. Es hermoso, es un artista. Es mi nieto 99.9 por ciento. Dicen que se parece a mí. No quería morirme sin abrazarlo. Está muy conmocionado, cuando se enteró las piezas del rompecabezas de su vida encajaron en su lugar. La historia completa no la sabemos aún. Vamos a ser cautelosos”, dijo Estela muy emocionada.
Y agregó: “Esto es para los que todavía dicen basta, esto es para los que pretenden que olvidemos como si nada hubiera pasado. Es una reparación para él, para nuestra familia y para la sociedad en su conjunto. Hay que seguir buscando, falta mucho hay Abuelas esperando”.
Lo que se sabe por el momento es que el nombre de Guido es Ignacio. Toca el piano en una banda Muzarella. Vive con una familia común y corriente en la ciudad bonaerense de Olavarría. Tiene 36 años y está viajando desde Olavarría para Buenos Aires. El gobernador Daniel Scioli acaba de llamar a Estela para felicitarla. Dicen que no para de llorar, que está conmovida.
Laura, que era militante de la Juventud Peronista, estuvo secuestrada varios meses en La Cacha. Este año, cuando Estela declaró en el juicio por los crímenes de La Cacha, dijo que “también supimos que estuvo detenida en La Cacha, y en estos años se ha podido reconstruir la historia de estos centenares de centros clandestinos, sus nombres, personajes que cometieron estos crímenes aberrantes”.
Estela peregrinó por comisarías, cementerios y juzgados, y logró que le devolvieran los restos de Laura. “Todo esta lucha y esta tarea de los peritos sirvió para mostrar la verdad ante el mundo entero, y en ese cementerio yo pude verla, ver sus huesos, su ropa de cautiverio, y logré hacer un cierre del velo, pero con más fuerzas para seguir buscando a mi nieto, que nació aproximadamente el 26 de junio de 1978, es decir que en pocos días cumple 38 años”, apuntó.
Cuando la secuestraron, el 26 de noviembre de 1977, Laura estaba embarazada de dos meses y medio. Por testimonios se supo en junio de 1978 tuvo un niño al que llamó Guido (como su padre, Guido Carlotto) en el Hospital Militar. Luego del parto fue devuelta al centro clandestino “La Cacha”, sin su bebé. El 25 de agosto de ese año Laura fue asesinada y sus restos fueron devueltos a sus padres.