Se realizó la semana pasada la jornada ¿Periodismo para qué y para quienes? en el Instituto Superior de Enseñanza Técnica (ISET) N° 18. Participaron referentes de la profesión que trabajan en distintos medios de la ciudad. Todos los expositores coincidieron en los tres pilares de la actividad de los y las periodistas: el contacto humano en la calle con los protagonistas de las historias, la denuncia que descubre lo que el poder quiere callar y lo colectivo como única manera de construir conocimiento y organización.
Por Equipo de Comunicación CTA Rosario
El encuentro fue convocado por la Cátedra de Psicología Social que encabeza Alberto López. “Es fundamental generar pensamiento crítico, organizar los pensamientos que a veces quedan en el plano de la percepción. Para eso hay que interpelar la tarea periodística, la construcción de conocimiento, de los relatos, subjetividad”, consideró el docente.
La apertura estuvo a cargo del periodista Carlos Del Frade, seguido por el panel “periodismo y sindicatos”, integrado por Terés y Alberti. Posteriormente Germán Mangione, de la Cooperativa de Comunicación La Brújula y Jorge Colao, del programa radial La Bodeguita del Medio, abordaron sobre las formas de gestión alternativas a los grandes medios. El cierre quedó en manos de Saavedra, que contó su experiencia desde Arte por Libertad y Peralta, que compartió la historia y luchas de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud.
“Aprender a escuchar bien para contar bien lo que le pasa a nuestro pueblo”, fue la primera recomendación de Del Frade, que hizo hincapié en la recuperación del contacto humano para formarse como profesionales y seres humanos. “Tenemos que comprender al otro como es, según sus tiempos, sus emociones, sus tiempos, su contexto”, explicó.
“La función del periodista sigue siendo ayudar a que el pueblo conozca, los por qué de sus angustias, de su dolor. Periodismo es decir aquello que alguien no quiere que se diga. Todo lo otro es propaganda. Periodismo es construir noticias, dando a conocer al pueblo aquello que se desconoce: los por qué. ¿Por qué Cargill factura 51 mil pesos por minuto y no paga ingresos brutos, y nosotros que tenemos un programa en una FM por las pautas publicitarias lo facturábamos a través del monotributo? ¿tenemos mayor poder adquisitivo que Cargill?”, interrogó.
Para construir los relatos, Del Frade consideró vigente la necesidad de responder las preguntas básicas que se enseña en toda clase de redacción. “Exponer todos los qué, quiénes, por qué, para qué, cómo, cuándo y dónde, es lo básico para informar en serio qué es lo que pasa. Los periodistas somos cuestionadores del poder. Trabajamos por las mayorías para informar lo que otros quieren ocultar. Ese es nuestro lugar”.
Cuestión de identidad
“Somos trabajadores de la comunicación, que vendemos nuestra fuerza de trabajo a un precio siempre menor a su valor y generamos un producto que vende otro y le da ganancias. Lo que pasa con lo que producimos es que está vinculado a la información ligada a un derecho social que es el acceso a la información veraz. Cuando prima la lógica comercial ese derecho se ve vulnerado y aparece nuestra tarea de intentar decir lo que lo otros no quieren, conservando el lugar que se tiene para decirlo y si ahí no se puede, hacerlo generando otros medios”, consideró Sofía Alberti.
“La primera tarea cotidiana que tenemos para marcar la diferencia, es desnaturalizar, preguntarnos a nosotros mismos antes de ir a preguntarle a otro. Preguntarnos qué sabemos, qué no y por qué, pensar donde están las sombras, las dudas. Y buscar a quienes pueden ayudarnos a ampliar el panorama”, aseguró.
La Secretaria de Comunicación de la CTA Rosario, resaltó además la importancia de transmitir las buenas noticias que se dan de los sectores obreros. “Con lo que transmitimos apostamos a fortalecer o crear determinados vínculos sociales, y fortalecer la esperanza se vincula con dar a conocer también lo que surge en contraposición a la violencia, la injusticia”.
La precarización laboral que es una realidad en el mundo del trabajo, no es ajena a los periodistas. “La mayoría estamos en negro, nos convertimos en distintos trabajadores en un mismo lugar, monotributistas desesperados en empatarle al fin de mes. Solo una minoría tiene un trabajo absolutamente blanqueado”, definió Del Frade.
En este sentido el dirigente de la CTA local, Gustavo Terés, recorrió conceptos como el valor del trabajo plusvalía, centrándolos en la confrontación capital- trabajo. “Esto implica una relación social entre un sector que tiene el poder económico y los que venden su fuerza de trabajo. Esa relación produce siempre la plusvalía, el excedente que tiene el patrón con lo que producimos nosotros. Eso también atraviesa a los trabajadores de la comunicación, al docente, el barrendero, el del área salud. La mercantilización de nuestro trabajo hace que se transforme en trabajo alienado, porque en vez de movilizarlo la pasión, lo moviliza el precio que pagan por él”.
Para el referente de la central, es necesario construir una identidad colectiva como trabajadores de la comunicación para luchar contra los estigmas de la precarización, las malas condiciones de trabajo y lo vinculado con los derechos sociales. “Siempre se presenta la necesidad de pelear por esas cosas y solo puede hacerse colectivamente, el camino nunca es individual, por eso hay que generar dinámicas de auto organización y recordar que para cualquier patronal, el mejor sindicato es el que no existe”.
Conocer para pensar y pensar para contar
Los secretarios de Cultura (Rodolfo “Mono” Saavedra) y de Juventud de la CTA Santa Fe (Facundo Peralta) interesaron a los estudiantes con sus experiencias desde el arte y la militancia en los barrios. El 2001, las hormigas y bicicletas en las paredes, los murales que dejan enclavados mensajes en la ciudad, abrieron la inquietud y las preguntas. El Mono llevó fotos con sus murales y contó a su estilo todo su recorrido. “La comunicación es un espacio de disputa entre quienes explotan y quienes son explotados. Tenemos que dejar de ser ingenuos. Las paredes son los diarios de la gente. Aquellos murales que se mantienen son espacios de comunicación popular ganados. El arte es un elemento de denuncia y transformación del mundo. Las calles y las paredes son terrenos de disputa”, aseguró el Mono.
Por su parte, Peralta ayudó a pensar distinto la problemática con los pibes y pibas. “Los pibes necesitan que estemos con ellos, que los adultos compartamos más tiempo desde diversos lugares o tareas. También desde la comunicación. Hay que darles tiempo a la construcción de vínculos para construir colectivamente una salida transformadora de esta realidad que nos afecta a todos y todas, pero principalmente a los niños y lo jóvenes”.
Desde las diferentes ramas para construir y comunicar, la CTA estuvo presente con los estudiantes de periodismo, alentando a concebirse como trabajadores, pelear por sus derechos, organizarse colectivamente, caminar la calle para conocer, pensar para ser críticos y escribir por y para un mundo más justo para las mayorías.