Los movimientos sociales declaramos la Emergencia en Niñez y Juventud en Rosario.
Cuando en septiembre de 2013 distintas organizaciones sociales, sindicales, territoriales y políticas de Rosario nos unimos para conformar la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud, creíamos que era necesario comenzar a visibilizar la situación actual de nuestros pibes y pibas en la ciudad. De las 264 muertes registradas en ese año, más de la mitad correspondía a jóvenes pertenecientes a los barrios populares del departamento de Rosario. Creímos que era necesario construir un espacio del que también formaran parte trabajadoras y trabajadores de distintas áreas de niñez y juventud en la región, con el fin de dar a conocer las condiciones de trabajo de quienes ponen el cuerpo cotidianamente. Nos pronunciábamos en contra de los proyectos de baja de edad de imputabilidad como de cada una de las políticas de los gobiernos en sus tres niveles que a lo único que apuntan es a seguir fomentando la criminalización y exclusión de los y las jóvenes de los sectores populares.
Por entonces considerábamos, como hoy en día lo seguimos sosteniendo, que todas las problemáticas vinculadas al narcotráfico, a los grandes negocios empresarios, judiciales y políticos, como así también la corrupción policial y la violencia ejercida por estos como instituciones del Estado, tienen como principales víctimas a los niños, las niñas y los jóvenes. Desde el arrebato de derechos esenciales como la salud, la vivienda, la educación y la diversión, hasta atropellos cotidianos a la dignidad de cada joven víctima de la indiferencia y la discriminación profundizadas por el constante estigma social que recae sobre ellos y ellas.
Ante este escenario, continuamos repudiando el déficit de la presencia estatal manifestada en políticas públicas insuficientes, caracterizadas por la precarización laboral en los pocos dispositivos sostenidos por trabajadores y trabajadoras que intentan dar respuestas a las urgencias sociales. Seguimos insistiendo en remarcar que sólo el 1,4 por ciento del gasto público social está destinado a la protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Cifra que nos parece preocupante. Denunciamos fervientemente al IRAR, una institución del Estado que debería procurar el acompañamiento de jóvenes en situaciones conflictivas y no es más que una cárcel de menores en la cual se sufren los mismos vejámenes que en cualquier penitenciaría del país. Tuvimos que lamentar muertes dentro de este lugar, hechos que no fueron esclarecidos y se mantuvieron en la impunidad. Un lugar en donde los pibes se encuentran en condiciones inhumanas, violándose todos los derechos establecidos por una larga lista de legislaciones provinciales, nacionales e internacionales.
El 2014 nos recibió con la desgarradora cifra de 56 muertes en 50 días, que se recrudeció con el feroz asesinato del joven David Moreira de 18 años. Este hecho es producto de la estigmatización que no nos cansamos de repudiar, y de la impunidad que el Estado garantiza a quienes creen que la solución a los conflictos sociales está en el exterminio de un pibe que es una víctima más de este sistema desigual. Mientras tanto, el poder judicial continúa beneficiando a los asesinos de David: sólo dos personas están imputadas, de las más de cincuenta que participaron en la agresión, y hace pocos días se conoció la nefasta noticia de que se les redujo la carátula del delito, lo que podría garantizarles una condena leve sin perder la libertad.
Mientras tanto, durante los últimos años el gobierno municipal y el provincial, junto al gobierno nacional, se ocuparon de desligarse de las consecuencias de la problemática del narcotráfico y la situación de violencia general en la ciudad. Adjudicando las responsabilidades a sus oposiciones como si se tratase de una realidad que no compete a los gobiernos en sus tres niveles. Cuando finalmente pudieron ponerse de acuerdo para trabajar en conjunto, no fue para otra cosa que seguir apostando a medidas represivas que atentan contra las libertades de las personas. Así, fue que en abril de este año tuvimos que presenciar la llegada de miles de gendarmes y prefectos que invadieron el territorio diario de nuestros pibes y pibas y sus familias. Mientras los medios de comunicación reproducían el circo armado por Sergio Berni y los representantes políticos de la provincia de Santa Fe, no se daba lugar a la difusión de los abusos sistemáticos que estas fuerzas federales aplicaban en cada barrio militarizado. Nos pronunciamos en contra de todo tipo de política antidemocrática y violenta que sigue dejando en un segundo plano a la vida en dignidad de las juventudes.
Contemplando esta situación y advirtiendo que cada una de las irregularidades que venimos denunciando continúan vigentes, fue que en junio de este año presentamos el proyecto de Declaración de Emergencia en materia de niñez y juventud para la ciudad de Rosario. Decidimos copar el Concejo Municipal en una movilización extraordinaria y sin precedentes, que tuvo a pibes y pibas como protagonistas, quienes entregaron el proyecto en las propias manos de una concejala. Con esta propuesta buscamos comprometer a los poderes Legislativo y Ejecutivo a asignar un mayor presupuesto al área de Promoción y Protección de derechos de niños, niñas y jóvenes. Además pusimos sobre la mesa la situación de las distintas áreas del Estado que trabajan con niños y jóvenes, fuertemente marcadas por la precarización laboral de sus trabajadores y trabajadoras, por la carencia de lineamientos de trabajo y de recursos.
Lamentablemente, en estos 6 meses, nos encontramos con una falta rotunda de compromiso fundamentalmente por parte del falso socialismo que gobierna nuestra ciudad, como así también de todos los sectores aliados al oficialismo, como el PRO que en un comienzo manifestó su apoyo para luego ningunear el reclamo y complicar la viabilidad del proyecto. Fueron distintas las actividades que realizamos para dar cuenta de lo obvio: de la situación de vulneración de derechos que están viviendo nuestros pibes y pibas. El 13 de Agosto realizamos un Debate Público del que participaron concejales de distintos bloques, con la participación de los propios pibes que plantearon con sus propias palabras por qué debe declararse la emergencia. El 28 de Octubre llenamos de pueblo el recinto del Concejo Municipal, donde la voz de muchísimos referentes de la militancia social fue una demostración certera de que la Declaración de Emergencia para Rosario no se puede negar. En donde también la ausencia de las y los funcionarios municipales dejó en claro que en la “ciudad normal” los pibes y pibas no son prioridad.
Quienes tendrían que estar representando al pueblo y legislando por sus derechos deberían sentir vergüenza por no contar con ningún conocimiento respecto de la actualidad de la niñez y la juventud. Es así como hoy llegamos a la misma situación, las políticas para la vida de los pibes y las pibas siguen sin aparecer.
Párrafo aparte merece el Partido Socialista, actual gobierno de nuestra ciudad y nuestra provincia, que obscenamente se ha ausentado de todas las instancias a las que los convocamos, por ser responsables políticos de esta situación. Han ninguneado sistemáticamente a nuestros pibes y pibas, y a las distintas organizaciones que todos los días estamos poniendo el cuerpo para que esta situación se transforme. Así siguen priorizando sus quintitas de poder y el crecimiento de una Rosario para pocos. Mientras tanto, las mayorías rosarinas siguen sobreviviendo en una ciudad que los excluye cada vez más de sus derechos.
Sobre el final de este 2014, tuvimos que lamentar otro hecho que viene a delatar las vigentes redes de complicidad entre las instituciones policiales, los gobiernos y la justicia. Franco Casco, un pibe pobre de la ciudad de Buenos Aires que estaba de visita en Rosario, fue desaparecido después de haber estado detenido en la Comisaría 7ma. La aparición sin vida de su cuerpo flotando en el río 20 días después, y la inacción total de la justicia provincial en el asunto, se plantó en la retina de las y los rosarinos como un hecho antidemocrático y represivo digno de las épocas del Terrorismo de Estado. La muerte de Franco Casco se sumó a la de Jonathan Retamozo, Fabián Lucero, Brian Saucedo, Jeremías Trasante, Mono Suárez, Patóm Rodriguez , Jairo Trasante, Gabriel Aguirrez, David Moreira, Emanuel Cichero, Ariel Ávila y tantos otros jóvenes a quienes se les arranca la vida.
Sin dudas celebramos la lucha de las organizaciones sociales que tuvo su fruto en la reciente condena a los autores del Triple Crimen de Villa Moreno, en recuerdo de los compañeros Jere, Mono y Patóm. Pero necesitamos seguir exigiendo transparencia y compromiso del poder judicial en todas las causas. No puede existir una sociedad inclusiva mientras la justicia siga siendo una justicia clasista que actúa a favor de los intereses de los sectores sociales más poderosos, empeñados en excluir a nuestros pibes y pibas.
Hoy nos encontramos nuevamente en este Concejo Municipal, palacio de la comodidad de quienes dicen ser nuestros representantes. Hoy planteamos esta realidad, que es la realidad que a nosotros nos toca ver aunque quieran ocultarla. Este 11 de diciembre es una jornada de lucha heroica, que refleja la situación de emergencia que venimos exigiendo que se reconozca urgentemente y sobre la cual se comience a trabajar sin esperar una víctima más de cualquier flagelo social. Cerramos el año con más de doscientas muertes, y con cada una de las problemáticas denunciadas en un constante ascenso. La Emergencia en niñez y juventud en Rosario es un hecho. Que el poder legislativo y ejecutivo de la ciudad no lo reconozca, sólo habla de una realidad: en esta Rosario, los pibes y las pibas no son prioridad.
Sin embargo sí lo son para cada una de las organizaciones que componen y acompañan esta asamblea, cada trabajadora y trabajador que día a día y de las maneras más artesanales se sobreponen a la falta de políticas y lucha pibe por pibe, a los sindicatos que los acompañan y a cada compañera y compañero que siente esta lucha como propia, tanto en la ciudad como en todo el país.
A pesar de la indiferencia estatal nosotros seguimos en el camino de la unidad del campo popular y por ello estos días martes y miércoles desarrollamos en la ciudad de Buenos aires un acampe para denunciar la grave situación que atraviesa la niñez y la juventud. Además, exigimos la nacionalización de la emergencia, porque esta situación trasciende a la ciudad, la provincia y se vive, duele y lucha en todo el territorio nacional.
POR TODO ESTO EXIGIMOS:
– Declaración de Emergencia YA en Niñez y Juventud
– Justicia por Franco Casco – Desaparecido en democracia, asesinado por la policía encubierta por el Poder Judicial.
– Justicia por David Moreira – Víctima de la estigmatización y mano dura de los ciudadanos autoproclamados “de buena fe”.
– Justicia por Jonathan Retamozo y Fabián Lucero – Víctimas del IRAR.
– Justicia por Brian Saucedo y Emanuel Cichero – Víctimas de la policía asesina de la Seccional 12 de Barrio Ludueña.
– Justicia por Jairo Trasante y Gabriel Aguirrez.
– Justicia por Luciano Arruga.
– Basta de matar a nuestros pibes y pibas.
– No queremos más políticas represivas, queremos políticas para la vida.
– Trabajo, salud, educación y diversión para nuestros pibes y pibas, basta de mano dura.