“ El negacionismo con el número de las víctimas de la dictadura o el desprecio de demostrar que no le interesa cuántas fueron y hablar de guerra sucia con la connotación que tiene el término que pensábamos desterrado es un discurso peor que el de la teoría de los dos demonios ”, expresó Nadia Schujman, ex directora de la Memoria de Santa Fe y abogada querellante por HIJOS en varias causas de lesa humanidad. Se refirió también a la intensa lucha de los organismos de Derechos Humanos, las prisiones domiciliarias y el panorama en Rosario en relación a los juicios orales en esta entrevista con enREDando.
Por Carina Toso
“El gobierno que asumió el 10 de diciembre de 2015, niega la magnitud del genocidio perpetrado contra nuestro pueblo durante la última dictadura cívico-militar, utiliza la retórica discursiva de los represores, se refiere al terrorismo de Estado como “guerra sucia” y retrotrae las políticas públicas vinculadas a la Memoria, la Verdad y la Justicia, fundamentales para el sostenimiento del proceso del juzgamiento a sus responsables (…) Reafirmamos nuestra decisión de perseguir justicia ante los tribunales nacionales e internacionales, denunciar por todos los medios a nuestro alcance el vaciamiento, desmantelamiento y la desfinanciación de los organismos estatales directamente relacionados con lo que ha sido en estos años política de Estado en la Argentina y a seguir nuestra lucha también en las calles y plazas”, expresa parte de la declaración del Colectivo de abogados y abogadas querellantes en causas por crímenes de Lesa Humanidad, que se reunió en Buenos Aires a mediados de agosto.
Entre sus conclusiones reclamaron que: “la Memoria, la Verdad y la Justicia sigan siendo política de Estado; se declare el Estado de emergencia judicial en causas en la que se investigan crímenes de lesa humanidad y se dispongan todos los mecanismos legales, procesales y administrativos que garanticen que estos juicios cumplan con el principio de continuidad, Justicia pronta y activa; denunciar en los ámbitos internacionales las prácticas políticas negacionistas del Gobierno Nacional y los intentos de materializar la impunidad, en connivencia con jueces y funcionarios del Poder Judicial; y solicitar una urgente reunión a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a la Cámara Federal de Casación Penal y al Consejo de la Magistratura, para exigir un diagnostico exhaustivo del estado de situación de los procesos en todo el país y requerir la puesta en marcha de mecanismos que apunten a la aceleración de los juicios por crímenes de lesa humanidad”.
Nadia Schujman, abogada querellante de varias causas de lesa humanidad y miembro de HIJOS y ex directora de la Memoria de la Provincia de Santa Fe, participó de este encuentro como miembro del colectivo. En una charla con Enredando, analizó el panorama que se vive hoy en relación a la política de derechos humanos en el ámbito tanto provincial como nacional y reflexionó sobre las últimas embestidas contra organismos y militantes del área en todo el país.
– ¿Cómo se trabaja desde los organismos de derechos humanos ante las acciones y posición de los gobiernos nacional y provincial en cuestiones de lesa humanidad?
-Nadia Schujman: Vemos como desde hace un tiempo se está dando un vaciamiento en áreas del Estado dedicada a los derechos humanos, para intentar frenar el avance de los juicios de lesa humanidad. Dentro de la Secretarías de Derechos Humanos, tanto nacional como de la provincia de Buenos Aires, hay casos en donde no se renovaron los contratos de compañeros. La misma Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe, a otro nivel, también tiene hoy una política diferente de la que se venía sosteniendo. De hecho la Dirección de Memoria sigue sin ocuparse, lo cual ya implica una decisión a nueve meses de la nueva gestión. Presenté una carta para pedir respuestas sobre lo que ellos mismos prometieron que iban a seguir trabajando y manteniendo el recurso humano. En este momento sólo dos personas estamos trabajando en esa área y no nos es posible seguir al mismo ritmo. Uno sostiene desde el lugar de compromiso lo que puede. Estamos ante situaciones muy graves, además de las decisiones que viene tomando el Poder Ejecutivo, vemos que hubo un silencio absoluto de los funcionarios, esto hizo que nosotros como trabajadores de la Secretaria tomemos la decisión de sacar un comunicado para marcar nuestra posición en varios casos, como fue el pedido de detención de Hebe de Bonafini, sobre declaraciones de Macri, etc.
– Y desde el ámbito judicial, ¿Cómo avanzan los juicios orales programados para este año en Rosario y Santa Fe? ¿Habría demoras en el inicio de los procesos?
– N.S: En Santa Fe ya está en etapa de alegatos la Causa Góngora, que juzga la apropiación de un menor en 1977, quien fue inscripto con la identidad falsa de José Segretín, y se adulteró su acta de nacimiento. La apropiadora, Cecilia Góngora, fue imputada junto con la obstetra Elsa Nasatsky y el ex jefe de Inteligencia de la Brigada Aérea de Reconquista, Danilo Sambuelli, que murió en 2014 tras ser condenado a 21 años de prisión por delitos de lesa humanidad. Y en Rosario, tenemos fijada una audiencia preliminar para el 14 de septiembre por la Causa Guerrieri III con noticias informales, aunque no hay fechas fijadas el juicio oral comenzaría a mediados de octubre, que espero que así sea porque los querellantes notamos mucha dilación en los procesos. Es una preocupación a esta altura y más en esta coyuntura, como expresamos en el documento firmado por todos los abogados de causas de lesa humanidad, estamos en una situación de emergencia con las demoras y acumulación de causas que se está dando más la complejidad existente que tiene que ver con la integración de los tribunales. El ritmo que la Justicia Federal le pone a los juicios no es el deseado, no es el que marca el Código. Es insostenible que de una audiencia a otra pasen quince días, los jueces están ignorando el principio de continuidad básico del juicio oral y así desvirtúan el juicio oral en sí. En este caso este juicio está elevado hace años, vemos con preocupación que no haya fecha todavía. No es un juicio tan largo, pero sabemos que a diciembre no vamos a llegar a tener una sentencia. También están pendientes de inicio los juicios orales por la causa Feced III y la causa Klotzman, pero ninguna de las dos tiene una fecha fijada, ni siquiera sabemos cuál de las dos van a empezar antes.
-¿Es posible que desde la Justicia Federal rosarina, aprovechen esta posición del Gobierno nacional para demorar aún más los procesos?
– N.S: No creo que vayan a cambiar su accionar, sí hay señales de muchos tribunales que claramente se acomodan muy rápido a los nuevos tiempos. Se lo dije a los jueces en el alegato de la causa Cambiaso-Rossi, que una parte muy grande de la sociedad piensa que los jueces cambian sus posiciones según la coyuntura y lamentablemente muchas resoluciones que hubo después de eso, no hablo específicamente de los tribunales de Rosario, pero sí de la Cámara de Casación, de distintos lugares del país, las situaciones de prisión domiciliaria que se van dictando me dan la razón, sólo hay que analizar los hechos.
-Justamente, las prisiones domiciliarias aumentaron notablemente en los últimos meses, entre ellas la del ex comisario Miguel Etchecolatz, ¿Ves una especie de nueva política con respecto a estas medidas?
– N.S: Lo de Etchecolatz tiene una particularidad escandalosa: que hay un informe del servicio médico penitenciario que dice que está en condiciones de seguir en la cárcel. Pese a eso se la dan. Hoy ningún juez necesita recibir un llamado para otorgar estos beneficios, sin meterlos a todos en la misma bolsa, pero si uno escucha determinadas declaraciones como por ejemplo del mismo Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, que dijo que los mayores de 70 años deberían estar en su casa, se empieza a entender un poco como viene la mano. Desde nuestro lugar dejamos en claro que no vamos a dejar pasar absolutamente nada, cada cosa que suceda la vamos a denunciar, la vamos a llevar a las instancias necesarias, incluso internacionales. Hay un informe muy poco difundido de unas semanas atrás de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Argentina, en donde uno de los puntos que ponen como preocupantes es el tema del avance de los juicios de lesa humanidad en el país. No nos olvidemos que estos procesos, que lejos de ser de venganza o todas las barbaridades que se leen en La Nación o se escuchan, son incuestionables, se respetaron todas las garantías, tenemos un reconocimiento mundial por eso en materia de derechos humanos, no hay un país que haya avanzado en el juzgamiento de sus genocidas como nosotros. Yo entiendo que por todo lo que conquistamos hasta ahora no es posible ninguna ley o intento general de impunidad por eso tratan de atacar de vaciar este proceso desde otros lugares, pero los vamos a defender como lo hicimos siempre.
– Por un lado avanzan las prisiones domiciliaria de genocidas pero por el otro se dio el caso del pedido de detención de Hebe de Bonafini, ¿Cómo analizás esta medida y la cobertura que le dieron los medios de comunicación?
– N.S: Una vez más el rol de los medios de comunicación hegemónico es vergonzoso. Ese día prendías el televisor y escuchabas a todos hablar de la igualdad ante la ley y algo así es totalmente violatorio de la ley. De La Rúa o Macri, faltaron cinco veces a las indagatorias y nunca los mandaron a detener. Y hay mil ejemplos más, eso no tiene nada que ver con la igualdad ante la ley. Ese rol de justificar lo injustificable para confundir desde los medios es permanente. Y pese a eso la gente reaccionó y llenó la plaza en defensa de Hebe. Lo mismo pasa con los atentados contra distintos militantes e intentos de desprestigio. Hace unos días tuvimos que salir a desmentir que HIJOS había apedreado al Presidente y después hasta el jefe de la policía bonaerense dijo lo mismo. Yo creo que el tema de los derechos humanos tiene un gran consenso en nuestra sociedad pese a todo. Por eso van a atacar y a desprestigiar lo que ellos saben que legitiman un montón de reclamos.
-El Presidente de la Nación, Mauricio Macri, se refirió a la dictadura cívico-militar como una “guerra sucia”, puso en duda la cantidad de desaparecidos y minimizó los procesos judiciales que se llevaron adelante durante estos años, ¿Que te generó escuchar estas declaraciones?
– N.S: Me indigné pero por todo lo que dijo, por ahí nos quedamos sólo con lo de los 30 mil desaparecidos, con lo de la guerra sucia, pero al escuchar el conjunto de lo que piensa es otro panorama. Además ahí queda claro el rol de los medios argentinos porque una periodista mexicana vino con toda su dulzura y le hizo todas las preguntas que no le hizo ningún periodista argentino. Y las respuesta que dio a la pobreza y a los tarifazos, son terribles. Y es el reflejo del desprecio de él y de gran parte de su gabinete hacia estos procesos. El negacionismo con el número de las víctimas de la dictadura o el desprecio de demostrar que no le interesa cuántas fueron y hablar de guerra sucia con la connotación que tiene el término que pensábamos desterrado es un discurso peor que el de la teoría de los dos demonios. Y que se le escape que tiene un director de recursos humanos, como tantas otras cosas que se le escapan es terrible. Es muy grave que un Presidente diga algo así. Siguen hablando de diálogo, democracia y estado de derecho y ya es insostenible porque volvimos a tener presos políticos en Argentina. Desde la época justamente de la dictadura que no teníamos presos políticos. Lo de Milagros Sala y los otros diez compañeros de la Tupac que están detenidos en Jujuy no tiene otro nombre que el de preso político.
– ¿Veían venir semejante cambio de panorama con este Gobierno?
– N.S: Era posible de esperar esto del nuevo Presidente, no quizás con este nivel de salvajismo, o medidas tan drásticas una tras otra en poco tiempo. Los represores en sus declaraciones nos lo decían antes de que ganara Macri, en ese momento estábamos en las indagatorias del juicio Cambiaso-Rossi y lo escuché a Guerrieri, a Cabrera y muchos de ellos decirme en la cara que los vientos iban a cambiar, que estaban esperando el resultado de las elecciones. Decían que las cosas iban a ser distintas, es lo que ellos esperaban. Fue un sector más que apostó a este proyecto y que ahora reclama que se les pague haber apostado. Vuelven a sentirse impunes.
– Todavía no se juzgaron a muchos militares, y ya hay causas abiertas que van a juzgar a religiosos como Eugenio Zitelli o empresarios, como es el caso de Acindar, ¿Crees que van a intentar frenar este tipo de juzgamientos?
– N.S: Justamente creo que es lo que más le preocupa a este gobierno, que no se avance sobre las responsabilidades civiles porque tocan a grandes grupos de poder y que más emparentados están con la derecha que representa este proyecto y todos los gobiernos liberales que estamos teniendo en toda Latinoamérica y gran parte del mundo. No podemos ver lo que sucede en Argentina como un proceso aislado. No nos podemos olvidar de Brasil o México. Quieren frenar todo intento de enjuiciamiento de civiles, este fue uno de los puntos discutidos en el encuentro de abogados, como avanzar frente a esto. Nosotros no estamos dispuestos a resignar esa pelea, todo lo contrario. El avance nos lleva a poder seguir luchando por esto con todas las pruebas que tenemos. Aprendimos cómo investigarlos, como probarlo, que no es fácil. Vamos a seguir avanzando.
La misma Corte no puede desdecirse de cosas que ya dijo ni muchos de sus actores. Van a jugar al desgaste, al vaciamiento y nosotros jugaremos a llenar, a seguir luchando.
– ¿Cómo ven las acciones a futuro ante este panorama?
– N.S: Cuando aparece un panorama tan desalentador con respecto a esto siempre me preocupa los compañeros querellantes, los testigos, los familiares más grandes que vienen desde hace tanto con esta lucha. Que no se sientan derrotados, que no piensen que esto se va a terminar. A pesar de todo, los juicios van a seguir sí o sí. Nosotros vamos a reinventar nuestro rol creativo que siempre tuvimos para poder responder frente la adversidad. Se volverá a montar guardia frente a las domiciliarias, volverán los escraches, y haremos cosas que todavía no hicimos porque tenemos la experiencia, no estamos en cero ni en la época de los juicios por la verdad. Hay cosas que están capitalizadas y no se puede retroceder. La misma Corte no puede desdecirse de cosas que ya dijo ni muchos de sus actores. Van a jugar al desgaste, al vaciamiento y nosotros jugaremos a llenar, a seguir luchando.