Por séptima vez, el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) será presentado de la mano de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito que desde hace 13 años forja debates en diversos ámbitos y allana el camino para que el aborto salga del closet de donde la iglesia, la desinformación, el comercio médico y los prejuicios sociales no quieren, ni les conviene que salga. En esta oportunidad los medios de comunicación y un amplio arco político están acompañando el debate. Las periodistas feministas Sonia Tessa, Silvina Molina y Florencia Alcaraz dialogaron con enREDando sobre este nuevo intento de saldar esta gran deuda de la democracia: el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Por Laura Charro / Foto: laprimerapiedra.com.ar
Un verano feminista
[dropcap]E[/dropcap]l debate sobre el aborto legal pasó el verano en la tele y las radios. En las redes sociales, en cambio, ya habitaba hace tiempo, a favor o en contra. La novedad sucedió en los programas porteños prime time de la primera tarde, donde ya se hablaba sobre violencias de género y abusos que se destaparon en la farándula: actrices que se animaron a confesar que fueron abusadas por diversos actores protagonistas de las novelas de turno o panelistas mujeres apuntando a conductores reconocidos. La denuncia derivó en una necesidad: hablemos de feminismo.
Llegaron nuevas voces al programa de chimentos y escándalos mediáticos con menor perspectiva de género existente en la televisión argentina: “Intrusos”, conducido por el ahora confeso “machista en recuperación” Jorge Rial. Mientras en los hogares se hacía la digestión del almuerzo, en la tele, durante varios días Florencia Feijo, Malena Pichot, Julia Mengolini, Luciana Peker y Virginia “Srta. Bimbo” Godoy, pasaron por el living menos pensado y hablaron de qué es el feminismo, los abusos y las violencias. Jorge Rial, subió la apuesta y habló de aborto, se puso el pañuelo verde de la Campaña Nacional en la muñeca, mientras la Srta. Bimbo mencionaba al Misoprostol (la droga que posibilita abortos caseros y seguros) y estallaban las redes sociales.
El aborto es parte esencial de las demandas feministas “porque se trata de la autonomía del cuerpo de las mujeres y porque en el control de la capacidad reproductiva de las mujeres, el patriarcado cifra la mayor parte de su poder. Entonces, para nosotras las feministas y mujeres que pugnamos por otra forma de relación entre los géneros y todas las identidades gestantes, es muy importante poder hacer una interrupción legal del embarazo, siempre, sin causales” explica Sonia Tessa periodista local, editora del suplemento Rosario 12 y escritora del suplemento “Las 12” del diario Página 12, e integrante del colectivo Ni Una Menos de Rosario y Periodistas de Argentina en Red (PAR).
Silvina Molina, parte de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina (RIPVG), escritora de libros sobre periodismo de género y disertante en charlas y talleres sobre la temática en el país y el exterior, hace hincapié en que el aborto es “parte del derecho a la salud. Porque es un tema de derechos humanos, entonces, es parte de la agenda feminista. Si un derecho no se garantiza y no se cumple no hay ciudadanía plena, ni democracia real”.
Por su parte, Florencia Alcaraz, directora del sitio digital de noticias LatFem e integrante del colectivo Ni Una Menos en Capital Federal, plantea otro concepto clave para explicar los motivos de la lucha por el aborto en el seno del feminismo: la soberanía de nuestros cuerpos. “Tiene que ver con ser ciudadanas soberanas y tener la autonomía sobre nuestros propios cuerpos. Es inconcebible que en el país del “Ni Una Menos” sigan muriendo mujeres por abortos inseguros o clandestinos, que siga habiendo mujeres criminalizadas por abortos espontáneos o complicaciones obstétricas, como fue el caso de Belén que estuvo tres años presa, y que los niños, las niñas, las mujeres, tengan obstáculos para gozar de sus derechos sexuales y reproductivos con total plenitud.”
La potencia de las luchas y el debate
El movimiento de mujeres de todo el país, mientras organiza el Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans para el jueves 8 de marzo, salta en euforia pero no duda. Esta ebullición es un logro de años de lucha, militancia y potencia como ningún otro movimiento político ha tenido en los últimos años. Las mujeres están dando el debate, derribando mitos y prejuicios alrededor de la práctica del aborto, visibilizando que, según cifras del Ministerio de Salud de la Nación, abortan entre 370 y 520 mil personas gestantes al año, que desde el año 1983 han muerto más de 3 mil mujeres por abortos inseguros en la Argentina, que las tasas son más bajas en los países con normas más permisivas y que, por todo esto, es un tema central de salud pública.
El 19 de febrero, los cuerpos potentes del feminismo salieron a las calles, frente al Congreso Nacional, con un “pañuelazo” exigiendo al Estado que el aborto no sea riesgoso para la salud de las mujeres, que sea legal, seguro y gratuito. Una marea de pañuelos verdes tiñó la plaza y en las redes se replicó, siendo tendencia el hashtag #AbortoLegalYa.
Diez días después, el Presidente de la Nación Mauricio Macri, abre las sesiones del Congreso poniendo en manifiesto que está “a favor de la vida”. Dejando en claro a toda la sociedad y a su bloque partidario su postura antiabortista y en contra, en realidad, de la vida de las miles de mujeres que han muerto por esta práctica o soportan años de condena penal por ser pobres. Porque hay una realidad que incomoda: la clandestinidad del aborto está sostenida también por el negocio médico que cobra altas sumas de dinero por realizar abortos seguros a una clase media que puede pagarlos y deja a las mujeres más pobres en la indefensión de realizarlo de las formas más peligrosas, poniendo su vida en riesgo.
El debate está copando todos los espacios y de eso no hay dudas. “Creo que sirve, para poner sobre la mesa datos y dejar de lado ideologías y falacias. Son procesos lentos, no unilaterales. De todos modos, me parece que es un gran paso para todo el movimiento de mujeres que esto haya llegado del modo que llegó a la agenda pública” afirma Sonia y a su vez, Florencia remarca que “el debate en los medios , en este caso particular, viene sumando. Porque se ha logrado dar información segura, últi. Hay mucho desconocimiento, mucho mito, mucho prejuicio en relación a la interrupción voluntaria del embarazo y en relación al aborto en general.”
“El punto es – analiza Silvina, haciendo foco en la responsabilidad periodística – cómo se lo trata. Precisamente, este proyecto demuestra que, en tiempos de gritos, de no escuchar, de afirmaciones sin fuentes en algunos medios, el debate, es decir el intercambio de ideas, es posible. El periodismo no puede estar ausente, y a la vez, no puede estar presente de manera superflua. Son otros tiempos, la sociedad reclama un compromiso social serio…también, y sobre todo, al periodismo.”
El séptimo día
El proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo que llega al Congreso este martes 6 de marzo ya se presentó en 7 oportunidades consecutivas (siendo la primera en el año 2007). Esta vez tiene dos particularidades importantes: la primera es que en su artículo 1º establece que “toda mujer tiene derecho a decidir voluntariamente la interrupción de su embarazo durante las primeras catorce semanas del proceso gestacional”, a diferencia de las doce semanas estipuladas en los proyectos anteriores. La segunda es que este año, el proyecto tendrá como primeras firmas a cuatro representantes de la diversidad política, llevando la horizontalidad y la transversalidad de la temática a la luz de los debates. Estas firmas serán las de Victoria Donda (Libres del Sur), Brenda Austín (UCR Córdoba), Mónica Macha (FPV Pcia de Buenos Aires) y Romina del Plá (Partido Obrero). Además, cuenta con el aval de 40 diputadas y diputados de todo el arco político nacional.
“En esta séptima presentación me parece que queda expresada la potencia de la unidad feminista, que es lo que venimos demostrando en las calles y en cada organización. Que las fuerzas del feminismo saben conseguir esa unidad y ser orgánicas al feminismo. Somos un actor político que ha sido subestimado durante muchísimos años, pero que hoy en dia es el frente más transversal y más potente para ser opositor a este gobierno de derecha.” precisó Alcaraz.
“Podemos llegar a estar frente a la paradoja – reflexiona Tessa – de que un gobierno profundamente conservador sea el que habilite este tratamento. Que es algo para pensar, si para este gobierno es una forma, por ejemplo, de tensionar su relación con el Vaticano, si es una prenda de negociación o si es una forma también de demostrar que está a favor de las libertades cuando está cercenando muchísimos otros derechos.” Siguiendo ésta lógica, Molina sugiere que políticxs y periodistas deben dar todos los debates necesarios, no deben permitir que “que el derecho al aborto, un debate pendiente en democracia, sirva de excusa para no hablar de las realidades difíciles del país. Miren cómo las feministas damos los debates y accionamos en distintos ámbitos. Saben bien que no es imposible. A través de acciones de incidencia privada y pública el movimiento de mujeres ha demostrado que la sociedad está, hace tiempo, dispuesta a dar el debate.”
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* Las identidades/personas gestantes son aquellas que poseen la capacidad física de gestar, se identifiquen o no como mujer. La identidad de género no tiene que ver con las características biológicas y/o genitales, es por ello que también, por ejemplo, muchos varones trans pueden embarazarse y ser padres, como también abortar.