Las trabajadoras que desempeñan un rol fundamental en el dispositivo municipal Teléfono Verde hicieron visible su situación de precarización laboral. Los contratos de la Municipalidad de Rosario con los que se conforma la planta de 24 trabajadoras (12 abogadas y 12 psicólogas) que atienden los casos de violencia de la región, reproducen la violencia económica de género y la violencia institucional a manos del Estado.
[dropcap]C[/dropcap]uando hablamos de precarización laboral nos encontramos también con la feminización de la pobreza como una circunstancia de desigualdad en el acceso al trabajo y en los salarios percibidos, donde se tiende a subvalorar a las tareas entendidas como “de cuidado”. Las políticas y derechos laborales pueden generar la contención y los recursos para una vida libre de violencias o bien exponer y propiciar el desamparo de quienes se encuentran más vulnerables.
En la sede de ATE Rosario se presentó el mapa de la precarización, donde se contabiliza el total de 250 trabajadorxs municipales y 4500 provinciales en situaciones de contratación informal. Las áreas estatales más afectadas son salud e infancia y, en el caso de la ciudad de Rosario, involucra las áreas de Cultura y Educación, Ambiente y Espacio Público, Juventudes, Teléfono Verde, Plan Abre, Tríptico de la Infancia, Ciudad de los Niños, Vivienda y Urbanismo y otros.
La situación laboral de las trabajadoras del dispositivo Teléfono Verde de Rosario, contempla las más amplias contradicciones de nuestro escenario laboral. La atención y contención telefónica de casos de emergencia y/o asesoramiento en violencia de género es un dispositivo que parte de las recomendaciones contempladas en la ley 26.485 que, aún en las carencias que sigue sufriendo su reglamentación e implementación, resulta un ejemplo al definir los tipos de violencia que existen, así como al plantear los abordajes de modo integral e interdisciplinario. Sin embargo, los contratos de la municipalidad de Rosario con los que se conforma la planta de 24 trabajadoras (12 abogadas y 12 psicólogas) que atienden los casos de violencia de la región, reproducen la violencia económica de género y la violencia institucional a manos del Estado.
¿Por qué es importante brindar estabilidad, sobre todo a personas víctimas de situaciones violentas? “La incertidumbre es desestabilizante”, dice Camila Fusari, una de las psicólogas que trabaja en este dispositivo, “no tener certeza impide tener una proyección, es angustiante, es violento para cualquier persona. Nosotras podemos decir que sentimos violencia sobre nuestros cuerpos porque no tenemos posibilidad de proyectarnos de aca a 2 meses. No tener obra social, aguinaldo, vacaciones, o no haber tenido ninguna de las actualizaciones salariales en lo que fue este año, es violento para el cotidiano”.
Tanto Camila, como Susana Billione, una de las abogadas del Teléfono verde, destacan las condiciones, el compromiso y las exigencias del trabajo que realizan. “Estamos en relación con mujeres y niñxs en situación de crisis, acompañándolxs a construir un afuera, un futuro, de modo artesanal” dice Camila. “No es la misma respuesta que podíamos dar cuando recién comenzábamos que con la continuidad en el tiempo, haciendo te vas perfeccionando, por eso la inestabilidad nos hace ir en detrimento. Estamos cumpliendo tareas en casos de emergencia y urgencia, donde primero hay que contener el momento de crisis, escuchar con predisposición y después, de acuerdo a la necesidad de cada mujer se plantea el seguimiento y se brinda asesoramiento” agrega Susana.
El trabajo en el Teléfono verde, como en la jornada laboral feminizada se multiplica y excede sus límites. Los llamados no son sólo sobre situaciones particulares, sino que también provienen de otras instituciones y organismos que derivan casos, y los acompañamientos también contemplan tareas en los refugios que alojan mujeres con mayores riesgos. El horario no es un límite, el desgaste y la exposición tampoco. El límite está en el salario y en los derechos. “Son tareas sensibles. Cada una tiene su espacio personal para drenar angustias y nos apoyamos unas a otras, en las duplas o en las reuniones mensuales con las coordinadoras, pero cuando estamos fuera de horario también estamos atentas. Estamos siendo violentadas mujeres que atendemos a mujeres violentadas porque no hay un marco que nos contenga laboralmente. Cuando las condiciones laborales son claras y los derechos son respetados, una lo vive como un modo de acompañar la angustia, una sale con miedo porque estamos tan en riesgo como ellas porque no nos amparan los derechos” remarca Camila.
Las luchas se enfrentan colectivamente
Desde abril, el espacio de reunión en ATE Rosario reúne los lunes a todas las áreas de trabajadorxs precarizadxs y muchxs han sido desafectados de sus tareas. Desde el teléfono verde, habitar estos espacios de discusión y resistencia ha sido una parte más de la jornada y del desgaste de un trabajo no reconocido. El pedido de reuniones y diálogo no obtuvo respuestas durante meses y cuando las obtuvo, luego de una serie de reclamos públicos, estas vinieron con demoras y postergaciones.
¿Cuánto puede esperar una emergencia? En medio de la creciente tensión y ante la inminente transición de gobierno, el pasado viernes 8 de noviembre las trabajadoras del teléfono verde en compañía de Liliana Leyes, militante de ATE, fueron recibidas por la concejala María Eugenia Schmuck quien “nos pidió que la pongamos al tanto de nuestros reclamos. Nos fuimos con una sensación agradable, sentimos que hay disposición. La situación económica es compleja pero hay disponibilidad para trabajar, no están de acuerdo con el recambio anual de trabajadorxs, para ellxs este recambio es en detrimento del dispositivo y la problemática” explica Camila y agrega que la concejala demostró “la preocupación y la necesidad de poner en agenda el trabajo con género y violencia de género. Nos dijo que la nueva secretaría no es solo política sino que tiene la estrategia de trabajo de poner este tema en agenda y relevancia”.
Al ser consultada por enREDando, la futura secretaria de género municipal, Mariana Caminotti, expresó con precaución que aún no se manifestará al respecto de este asunto. “Estamos en pleno proceso de trabajo interiorizándonos en los temas que van a competer a la secretaría” señaló.