Debates sobre la cultura en red
Bajo el nombre de #Mediomundo, la revista Los Anillos de Saturno ha impulsado una serie de debates en soporte digital sobre temáticas relacionadas con la cultura en red. Los debates al momento consistieron en hangouts, encuentros virtuales, moderados desde el Parque España de Rosario, con la participación de especialistas en distintos temas y referentes de distintas organizaciones que trabajan en experiencias de cultura digital y cultura en red. Compartiremos con l@s lectores de enREDando síntesis de estos encuentros.
El proyecto #Mediomundo es un espacio virtual para debatir sobre “Cultura Digital, Cultura en Red” en distintos soportes multimedia con el aporte de especialistas y referentes de experiencias innovadoras en tecnologías digitales de Iberoamérica, en el marco del V Congreso Iberoamericano de Cultura Zaragoza 2013.
Los organizadores señalan que “Mediomundo es un proyecto interactivo y en fase beta permanente que, como las mismas redes, irá creciendo a medida que avanza por Iberoamérica a través de múltiples nodos simultáneos, sucesivos y relacionados. Ensayos, relatos, experiencias, debates y reflexiones de múltiples voces y soportes serán los nudos de esta red experimental que iremos construyendo para intentar “pescar” algunos conceptos claves sobre cultura digital y cultura en red en este “medio mundo” que constituye Iberoamérica” adelantan desde el proyecto.
Al momento se desarrollaron cuatro encuentros, que se emiten en vivo y luego quedan archivados en el canal de YouTube de Los Anillos de Saturno. Los hangouts fueron moderados por Dardo Ceballos y Cecilia Vallina desde la Biblioteca del Parque de España de Rosario.
El primer debate del proyecto contó con la participación de José Laura y Pedro Terán de Simidic.org, de Bolivia y Julio Gómez de Mozilla México quienes conversaron sobre identidades y accesibilidad, intercambiando experiencias sobre diccionarios online y navegadores traducidas a lenguas originarias.
El segundo encuentro abordó el tema “Bienes Culturales y Derechos de Autor” y contó con la participación de Beatriz Busaniche, de Fundación Vía Libre, de Buenos Aires, y Francisco Vera, de Derechos Digitales de Santiago de Chile, y Busaniche historizaron los conceptos de autor y de propiedad intelectual y profundizaron en la tensión actual entre los derechos de autor, que generalmente benefician a las industrias del entretenimiento y los derechos de acceso a la información y la cultura, que se ven afectados por lo controles que las industrias pretenden imponer a dicha circulación, en un contexto tecnológico que si la favorece y promueve.
El tercero versó sobre “La Red como plataforma creativa”, con Jairo Etcheverry, de cuentocolectivo.com, Colombia y Matías Lennie, de Red Panal de Argentina. El ultimo encuentro, sobre Género y Cultura digital, contó con la participación de Mariana Santos en Alemania del proyecto “Chicas superpoderosas” un proyecto para conectar mujeres periodistas, diseñadoras, programadoras y artistas de la región; buscando promover la inclusión de las mujeres en las redacciones de los medios de Latinoamérica y María Marta Escobar de Nicaragua responsable de EnRedadas, “una colectiva feminista que utiliza el ciberfeminismo como herramienta de trabajo para la promoción de la participación de las mujeres en el uso de la tecnología y de herramientas más seguras para activistas de derechos humanos, especialmente de derechos de las mujeres”.
Compartiremos desde enREDando, en sucesivas ediciones, los ejes de cada uno de estos debates.
Voces sobre la Cultura en Red
> Primer Encuentro. Identidad y Accesibilidad. Ver hangout en Youtube.
El primer encuentro, que inauguró el proyecto #mediomundo, contó con la participaron de José Laura y Pedro Terán de Simidic.org, de Bolivia y Julio Gómez de Mozilla México y fue moderado por Dardo Ceballos, de Argentina, desde el Centro Cultural Parque de España de Rosario, quienes relataron sus experiencias con lenguas originarias de la región.
Simidic.org es una plataforma digital que pone en línea y permite descargar en forma gratuita diccionarios en diferentes lenguas. El proyecto se desarrolla en Bolivia, país que se caracteriza por una gran diversidad lingüística, con 36 lenguas oficiales reconocidas por el actual proceso político. Simidic es una palabra que proviene del quechua “simi”, que significa palabra, y “dic” por diccionario.
“El proyecto trata de revalorizar estas lenguas y apoyar a quienes las usan. Esta aplicación puede importar diccionarios en peligro de extinción, y de ese modo no obligar a usar el español, dando sentido a las otras lenguas y ayudando a preservarlas. El objetivo es revalorizar la lengua y por ende la cultura de estas comunidades” destacó Pedro Terán.
Los diccionarios pueden bajarse para ser corridos en diferentes dispositivos tecnológicos como computadoras, celulares o ipads. “Esto ayuda a los procesos educativos, ya que los profesores, que en su gran mayoría tienen una laptop, pueden instalar los diccionarios en sus máquinas y también ayudan a que los niños que pueden tener su lengua ahí”. Los diccionarios se bajan desde la tienda de aplicaciones de los teléfonos móviles o se pueden descargar a la computadora desde el sitio ILLA-A.org, organización asociada al proyecto. Son de código abierto y se encuentran publicados en tres formatos, Stardic y Goldendic y algunos en versión pdf.
José Laura de ILLA-A, destacó que “hay lenguas que no tienen escritura. Ahí vemos más aun la importancia de registrar estas lenguas. Una de las dificultades más interesantes del proyecto es que encontramos palabras y conceptos que no están presentes en nuestra lengua hoy. Y también encontramos a otros que ayudan a revisar los conceptos hoy vigentes. Hay una palabra en un diccionario quechua del 1600 que significa “dejar de robar el que tenía la costumbre”, un concepto que no tenemos hoy: que quien roba puede dejar de hacerlo” ejemplificó.
Más recientemente desde Simidic han realizado, en conjunto con la comunidad de Mozilla, la traducción de programas como Firefox al aymara y al quechua. Consultados por el financiamiento del proyecto, señalaron que “el Estado no ha apoyado para realizar estas actividades. El trabajo de ILLA-A es de manera voluntaria. La traducción de las interfaces y la digitalización de los diccionarios se realiza con permiso de los autores”.
Mozilla cuenta con una página especial para sumar voluntarios, y una parte especial para traductores. “Amos Batto que forma parte de ILIA-A se anotó y creó el proyecto de quechua, con varias personas de Perú, porque hay varias versiones del quechua. Ellos probaron las actualizaciones de Firefox” relató Pedro y subraya los aspectos técnicos y lingüísticos del proceso y algunas discusiones muy fuertes y muy interesantes sobre todo en relación a palabras técnicas que no existen en esos idiomas. “Tratamos de adaptarlas lo mejor que se puede y luego las discuten personas que hablan el idioma”. José mencionó el ejemplo de la palabra archivo. “Hemos tenido que relacionar con algunas prácticas culturales para no confundir al hablante. La discusión era cómo llamar al archivo. Hemos analizado que es un espacio donde se guardan y se llevan documentos. En aymara se llama kepi, a una especie de bulto donde se guardan objetos y también sirve para trasladarlos. Así se trabajan algunas palabras”.
Mediando el hangout, luego de superadas algunas dificultades técnicas, se sumó al encuentro Julio Gómez de Mozilla México, quien participa de la coordinación de las traducciones del navegador Firefox y se encontraba en Toronto Canadá, en un Summit organizado por la Fundación Mozilla para coordinar esfuerzos en el fortalecimiento del proyecto Mozilla Nativo que se propone traducir Firefox a las 6000 o 7000 lenguas del mundo.
Mozilla México comenzó este proyecto hace 4 años y tiene ya liberados 30 paquetes de Firefox en diferentes idiomas de México, Guatemala, Ecuador, El Salvador y Belice. Se proponen llegar a 50 paquetes para fin de año. “Hemos encontrado cómo acercarnos a los hablantes y estamos creciendo en integrar nuevos traductores, la mayoría estudiantes de informática o lingüista, todos profesionistas o acabando la carrera” comentó Julio. En el desarrollo del proyecto detectaron que el trabajo era visto como excesivo y eso atentaba contra la continuidad en la participación de los voluntarios.
Actualmente modificaron la metodología de trabajo. “Antes les enviábamos los programas completos, casi 30 mil palabras para traducir, y no tenían tiempo. Tomamos ahora los textos principales y se los enviamos por correo. Es más fácil traducir desde el correo que descargar todos los textos, tomar una herramienta y empezar a traducir. Con esos textos creamos el paquete de idioma. De manera rápida la instalan y pueden ver su navegador traducido y rápidamente se empoderan del proyecto y se incluyen en el. Hemos encontrado ese mecanismo que facilita la inclusión del equipo de traducción.” También han innovado recientemente en el modo de encontrar nuevos hablantes de lenguas indígenas. “En Facebook tu puedes encontrar en la barra de búsqueda los nombres de lenguas indígenas. A la vez hemos encontrado personas que ponen en su perfil que hablan esas lenguas. Y así los contactamos e invitamos a sumarse”.
Para cerrar el encuentro Ceballos invitó a los participantes a compartir alguna anécdota en el desarrollo de sus proyectos. Pedro de Simidic relató que él no habla ni quechua, ni aymara ni guaraní. “Me tocó viajar a una comunidad cerca de Copacabana, en la que todos hablaban en quechua. Si bien no entendía bien, me decían y yo buscaban entre las asociaciones en el celular. Yo escribía la palabra en el diccionario, y el hijo de uno de ellos me corregía porque yo no escribo quechua. Fue un proceso de comunicación muy lento, pero mucho mejor que las señas. Es interesante también ver como allí funcionó el teléfono móvil con el diccionario porque ahí no hay ni internet ni teléfono. Tienen el teléfono como apoyo, como juguete, sólo funcionan algunas aplicaciones de entretenimientos. Interesante también ver que cuando vas a planificar una visita a una comunidad debes tener ciertos mensajes que uno debe preparar para llegar porque no todo el mundo habla español o lo habla bien”.
José aportó su anécdota. “En las demostraciones que hace ILA-A del Firefox -que es el mismo proceso que están haciendo en México- a los CEPOS, los Concejos de los Pueblos Originarios en Bolivia. Cuando lo veían instalado en mi computadora, todos decían “yo quiero tener mi Firefox en quechua. Esas personas si están bregando por sus lenguas. Si tienen interés en conservar su lengua, su sentido de pertenencia y no en estar obligados a usar otro idioma. Se aferran a su lengua. Dicen “esto es mío porque está en mi lengua. Es para mi”. Creo que es el sentimiento más bonito que propone Mozilla con las lenguas que traduce. Que la gente sienta esa pertenencia y no esté obligada a usar otros idiomas. Que Mozilla se adapte a ellos y no que ellos se deban adaptar a Mozilla”.
Por último los referentes de Simidic consultaron a Julio sobre cómo generar nexos “para que la gente quiera apoyar y se sume como voluntario”. Julio insistió en encontrar la manera de hacerle más fácil la tarea a los traductores, para incluirlos en el trabajo y aconsejó “buscar muchos canales y medios. El trabajo de uno o dos puede llegar a sumar, entusiasmar y motivar a muchos pueblos a traducir. En 4 años de proyecto hemos encontrado maneras de permitir que nos encuentren. Otro método rápido es encontrarlos en Facebook. Facebook te cobra por contactarlos de manera directa. Hoy ya todos están conectadas. Ahora el tema es encontrarlos y también dejarse encontrar, hacerles más fácil a ellos que te encuentren” concluyó.