El martes 18 de agosto se cumplen tres años y once meses de la desaparición de una mujer en democracia. De la desaparición de Paula Perassi, una sanlorencina embarazada cuya búsqueda y pedido de justicia de su familia trascendió los límites de la ciudad.
Por Flavia Campeis, periodista de FM Poriajhú y Farco, para Boletin enREDando
Estos casi cuatro años sin Paula Perassi se cumplen con ocho personas detenidas. Los policías Aldo Gómez, Gabriel Godoy y María José Galtelli, y dos altos mandos de esa fuerza: Jorge Enrique Krenz y Adolfo Daniel Puyol, señalados como los encubridores de la desaparición.
Por su parte, los civiles Gabriel Strumia (señalado como amante de Paula) y Roxana Michl (esposa de Strumia) junto a Mirta Rusniski (mujer encargada de realizar prácticas abortivas) están sospechados de haber obligado a Paula a practicarse un aborto contra su voluntad, donde habría fallecido y luego la hicieron desaparecer.
La semana que termina fue de vital importancia ya que el martes y miércoles se realizó una audiencia en los Tribunales de la ciudad de Rosario, ubicados en Pellegrini y Balcarce, para determinar si los ocho detenidos continuarán en prisión o recuperarán la libertad, al menos hasta esperar el juicio. La decisión la dará a conocer el juez Prunotto el miércoles 19, a las 12 hs.
Tensa audiencia
Fueron dos tensas y largas jornadas en una sala de audiencia que se vio colmada de policías con chaleco antibalas y fuertemente armados.
El día martes, los abogados defensores de los ocho detenidos expresaron sus argumentos para que los acusados recuperen la libertad y esperen el juicio en sus hogares. El miércoles fue el turno de los fiscales de cámara, Dr. Guillermo Camporini y Dr. Donatto Trotta, quienes tuvieron la palabra y explicaron por qué creen que los cinco policías y los tres civiles deben continuar en prisión y son culpables, a su entender, de la desaparición de Paula, y del encubrimiento de esa situación por parte de la policía.
Durante la jornada también se escuchó la palabra de los abogados de la familia Perassi, donde el Dr. Adrián Ruiz realizó una comparación con lo ocurrido durante la última dictadura cívico militar. Hizo énfasis en que este tipo de situaciones no ocurran “nunca más” y en lo doloroso que es no saber dónde está un ser querido y la connotación que tiene para nuestro país la palabra “desaparecido”.
Luego, los defensores de los acusados insistieron en la falta de pruebas que la fiscalía y la querella señalan para acusar a sus defendidos y también se refirieron al juez sanlorencino Eduardo Filocco y al fiscal Román Moscetta, a quienes responsabilizan de haber tenido una mala actuación al comienzo de esta causa, en momentos determinantes.
Por último, los imputados tomaron el micrófono. Se escucharon las palabras de tres de los policías presos: Daniel Puyol, Ariel Godoy y María José Galtelli, mientras que Mirta Rusnisky, la mujer acusada de realizar el aborto, fue a quien más conmovida se la vio. Entre llanto, y por sus hijos, juró ser inocente. Rusnisky culpó a su ex yerno: “él es un fabulador, por favor señor juez le suplico que me ayude. Soy inocente, yo estoy con los padres de Paula, yo no soy la partera, nunca lo fui, no conozco a estas personas (Por Strumia y Michl), las conocí cuando me detuvieron”, señaló.
El juez también le dió la palabra a Alberto Perassi, quien estaba junto a su esposa Alicia, su hija Marianela y gran cantidad de gente que siempre lo acompaña. Alberto, cuyas palabras conmovieron hasta las lágrimas, dijo: “señor juez, yo era amigo del señor Strumia, que ahora no me mira, pero quisiera que me mire. Cuando pasó todo esto, al día siguiente el señor Strumia, vino a mi casa a llorar abrazado con mi señora en mi taller, donde yo creí que era amigo, por cómo me acompañaba, y el día miércoles aparece que ese señor era el enemigo y sí, me llevó hasta la puerta de la comisaría para hacer la denuncia y hasta me llevó una foto él de Paula. Él me dijo que hable con el señor Daniel Puyol y yo como un estúpido, perdone la expresión, lo busqué al señor Puyol por toda la jefatura y no lo pude encontrar. Y estábamos con mi yerno haciendo la denuncia, sentados los dos y le dije -suerte que el Gabi, el señor Strumia, nos dio una mano con este señor, sino cuanto nos van a tener acá-”.
Puyol: “No soy amigo de Strumia y quiero terminar mi carrera en paz”
El comisario inspector, ex jefe de cuerpos de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo, Adolfo Daniel Puyol, fue uno de los cinco acusados que habló en la audiencia que se realizó este miércoles en los Tribunales provinciales. Allí, se encargó de dejar en claro que no es amigo de Gabriel Strumia, uno de los principales imputados de la causa.
Explicó cómo comenzó su actividad paralela a su función policial: “en el año 2005 junto con mi señora, con quien tengo dos hijos, uno de 24 y una nena de 15, comienzo un emprendimiento familiar, ya que mi suegro tiene camiones y comenzamos comprando un camión modelo 78, así comenzamos con un volcador, al año compramos un regador modelo 78, con créditos, seguí creciendo, gracias a Dios tuve la suerte de tener trabajo. Más o menos en el año 2006 lo conozco al señor Strumia, porque él lo que hace es tren delantero, elásticos, frenos, entonces mantengo una relación comercial con él. Hace como 14 años que tengo el mismo celular y desde que salió el Nextel tengo el mismo Nextel pago por mi y a mi nombre. No tengo una amistad con el señor Strumia, lo único que tengo es una relación comercial, porque le llevo los camiones a arreglar”, dijo Puyol sobre su relación con el principal sospechoso y agregó: “siempre tuve llamadas durante el día con él, nunca sábado a la noche o domingo a la noche”.
El día clave
Según Puyol, “fue pasando el tiempo, ocurre esto el 18 de septiembre, yo cumplía la función como jefe de la agrupación cuerpos de San Lorenzo. Al otro día, el día lunes, 5 y media 6 de la tarde yo estaba en mi casa tomando mates con mi señora y me llama el señor Strumia, diciéndome que tenía un problema, me dice -yo tengo acá un amigo de la familia, que se llama Alberto Perassi, que tiene un problemita, vos le podés decir lo que tiene que hacer-, entonces yo le digo, todo esto por Nextel, el me dice -anoche la hija de este señor se fue de la casa a buscar la tarea de los hijos y hasta el momento no volvió, ¿qué es lo que tiene que hacer?-. Le dije que vaya a la comisaría 1ra, que lleve dos fotos de la chica”. Y volvió a enfatizar: “yo quiero dejar en claro que la relación con el señor Strumia era estrictamente comercial, yo no soy amigo de él y que si yo hubiera conocido algún hecho que él hubiera cometido yo lo hubiera denunciado”.
Godoy: “estoy preso por trabajar”
El Sargento Gabriel Godoy también tomó la palabra y aseguró: “trabajé inicialmente en la causa Perassi. 11 horas por día, y en permanente contacto con el juez y con mis superiores, y también en contacto diariamente con el señor Perassi. Él sabe lo que yo trabajé en esta causa es el señor Perassi. El día de mi detención yo estaba en la jefatura trabajando en la PDI, y en ese momento que me notifican de mi detención estaba trabajando, no sé qué grado de peligrosidad puedo acarrear yo para la gente”. Además, Godoy agregó: “obviamente me voy a sentir orgulloso si esto se aclara, porque todo lo que dijo el fiscal de cámara fue todo lo que yo hice para encontrar los responsables, y ojalá Dios quiera que esto se aclare” y concluyó: “pido perdón a mi mujer que no pude estar en mi casa todos estos días, estoy preso por trabajar es ilógico y todo el mundo lo sabe y el señor Perassi también lo sabe”.
Alberto Perassi, con total valentía escuchó y contestó a los dichos de Godoy en la misma audiencia: “al señor Godoy yo le pregunto y le dije a la madre, que nunca lo voy a perdonar, por qué si este señor a los diez días tenía todo claro como dice, y como trabajó, entonces que diga quién le sacó la causa y dónde fue a parar y como se metió en el silencio de cuatro años y nunca dijo más nada. Porque si él hubiera sido hombre y le sacaron la causa, me hubiera venido a decir a mí -mire señor Perassi que a mí me sacaron la causa y ahí adentro hubo cosas raras-, pero nunca vino y nunca se lo voy a perdonar”.
Roxana Michl, esposa de Gabriel Strumia, está acusada de participar en la desaparición de la joven embarazada y tomó el micrófono en la audiencia para dar su opinión: “todo el mundo siempre me pregunta, sobre todo ahora que estamos detenidos, por qué si él me fue infiel por qué seguimos estando juntos y la respuesta es porque es mi familia, construí una familia con él, estamos casados, tenemos tres hijos que en este momento están solos, no tienen ni a su mamá ni a su papá. Saben que sus papás no son culpables de lo que se nos está acusando”.
Los hijos de Paula
Entre las palabras que más conmovieron a los presentes, un momento clave fue cuando Alberto Perassi nombró a los hijos de Paula, sus nietos: “tengo dos nietos que saben que el abuelo sale a buscar a Paula, su mamá, y el chiquito saben lo que le dice a la abuela: -el abuelo sale, sale, pero a mamá no la trae nunca- ¿y cómo la voy a traer? ¡Si tengo una corporación en contra! ¿Cómo la voy a traer si durante tres años y once meses me tuvieron a las vueltas y me vendieron espejitos de colores? Soy un laburante, toda mi vida laburando y honesta por la derecha. Y agradezco al fiscal Trotta, a mis cuatro abogados que son hermanos, discúlpeme señor juez pero lo único que le pido, señor juez, es que haga justicia. La ciudad de San Lorenzo y la región quieren saber qué pasó con Paula. Lo único que le pido es que haga justicia quien la tenga que hacer”, concluyó emocionado.
Alberti Perassi y su familia son hoy, un símbolo de lucha. Jamás abandonaron la búsqueda de Paula y debieron soportar con entereza y dolor, las dilaciones en la investigación, las omisiones, las amenazas, las irregularidades y complicidad policial, hasta llegar a esta instancia judicial. Perassi, acompañado por un gran número de militantes y organizaciones sociales de toda la región, sigue peleando por encontrar, como él dice, “los huesos de su hija” y todavía más: por hacer justicia, reclamo que reitera en las más de 50 marchas que carga sobre sus espaldas desde aquel fatídico 18 de septiembre de 2011, el día en que vio por última vez a su hija.
Las lluvias de estos últimos días demoraron los trabajos que el Equipo Argentino de Antropología Forense vienen realizando desde abril en una cava en Puerto General San Martín, donde se buscan los resto de Paula, ya que según testigos podrían haber arrojado el cuerpo allí. En el lugar se continuará excavando hasta lograr establecer si esta hipótesis es correcta y también trabajarán en los próximos días con un geo-radar y perros rastreadores en diferentes zonas cercanas a la cava e incluso en viviendas de los imputados.
Resta esperar el próximo miércoles la decisión del juez Prunotto para saber si los acusados continuarán en prisión o recuperarán su libertad. Mientras tanto el martes se cumplen 3 años y 11 meses de la desaparición de Paula y su familia volverá a marchar en la céntrica esquina de los bancos en Av. San Martín y Bv. Urquiza de San Lorenzo, desde las 18.30 horas.
Foto: Edith Gauna. Coop. Comunicacion la Brujula