Cinco policías y tres civiles fueron detenidos por el caso de la sanlorencina quien habría muerto tras ser obligada a realizarse un aborto contra su voluntad. Sus padres son un símbolo de la lucha por la verdad.
Por Flavia Campeis para Boletin enREDando
La semana pasada -el 18 de abril- se cumplieron tres años y siete meses de la desaparición de una joven madre de la ciudad de San Lorenzo, Paula Perassi. Hasta el momento nada se sabe de su paradero.
También fue una semana donde la lucha y movilización de sus padres y de cientos de vecinos de toda la región, consternados y solidarizados, resumieron el pedido por la verdad después de tanto tiempo. Se puso de manifiesto la lucha de sus padres quienes, aun con la justicia muy lejos, cada vez tuvieron más cerca a un pueblo que al igual que ellos, salió a las calles a reclamar.
Paula Perassi tenía 34 años, estaba embarazada de seis semanas, con dos pequeños hijos que por aquel entonces tenían 3 y 6 años.
Vivía en pleno centro de San Lorenzo, a 30 kilómetros de Rosario, cuando el domingo 18 de septiembre de 2011 le dijo a su pareja que iba a buscar la tarea de uno de sus hijos. Salió con lo puesto y nunca más regresó.
Allí comenzó el calvario de su familia pero, sobre todo, comenzó a surgir de lo más profundo del dolor, el valor, el coraje y la fuerza de sus padres, Alberto y Alicia, quienes desde un primer día comenzaron la búsqueda de una verdad que se demora en llegar. Ellos solo quieren saber qué pasó con su hija.
Hoy, resignado, Alberto pide “sus huesos” para poder contarles a sus nietos dónde está su mamá. Esos pequeños que nunca dejaron de preguntar por ella y que cada vez que dicen “¿dónde está el abuelo?”, inmediatamente se responden a sí mismos: “ah, sí, buscando a mamá”.
Luego de tres años y siete meses, la causa dio un giro importante. El lunes 23 de abril detuvieron a ocho personas; los fiscales consideran que la muerte de Paula se produjo como consecuencia de un aborto que le hicieron contra su voluntad. Luego la hicieron desaparecer.
Días de lucha
La semana en la que se cumplieron los tres años y siete meses de la desaparición de Paula fue muy especial, sobre todo porque el pedido de justicia volvió a hacerse oír en las calles y en cada rincón del Cordón Industrial y de la provincia.
Ya con el conocimiento de que los fiscales de la causa solicitaron nueve detenciones, entre ellos de cinco policías, Alberto y Alicia se encadenaron frente a los tribunales sanlorencinos para obtener una respuesta del juez Juan José Tutau, quien tenía esa determinación en sus manos desde hacía más de una semana y hasta el momento nada había resuelto.
Luego de recibir gran acompañamiento de vecinos que llegaron al lugar para apoyar a la familia, el reclamo también se extendió en las calles y el jueves 16 se hizo una multitudinaria marcha tras cumplirse un nuevo aniversario de la desaparición de la joven. Llegaron a la tradicional esquina de festejos y reclamos, la conocida “esquina de los bancos” de San Lorenzo, cientos de vecinos de toda la región y de todas las edades, con los ojos llenos de lágrimas y carteles que pedían lo mismo: Justicia por esa madre, hija, hermana, por esa mujer que podría haber sido cualquier otra vecina.
Durante su discurso en la movilización, Alberto manifestó: “se cumplió lo que siempre pedí, que se llene la esquina de los bancos”.
En el transcurso de estos tres años y medio de no saber qué sucedió con Paula, las versiones fueron muchas.Hubo dos personas procesadas y detenidas durante dos meses, Gabriel Strumia, empresario de Puerto General San Martín, indicado como amante de Paula en aquel momento y padre del hijo que esperaba y su mano derecha, Antonio Darío Díaz, de la localidad de Timbúes. Estas dos personas fueron liberadas hace ya dos años y la investigación parecía no avanzar.
Sin embargo, a principios de abril los fiscales Donatto Trotta y Román Moscetta le solicitaron al juez Juan José Tutau que ordene la detención de nueve personas involucradas en esta causa.
En el escrito se explican las participaciones, desde la visión de la fiscalía, de cada una de las personas y se solicita la detención y el pedido de declaración indagatoria. Entre estas se encuentran Gabriel Strumia; su esposa, Roxana Michl; Antonio Darío Díaz y Mirta Rusñisky, indicada como la persona que le practicó el aborto a Paula en la localidad de Timbúes.
Además de este círculo que habría participado en la primera etapa del crimen, el documento presentado por los fiscales nombra como involucrados en el procedimiento para sostener la desaparición de Paula y distorsionar la investigación, a policías de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo, dependientes de la policía provincial. Hace mención tanto de los oficiales Aldo Gómez, Ramón Godoy y María José Galtelli, como también de su superior inmediato y jefe de la Agrupación de Unidades Especiales, comisario principal Jorge Enrique Krenz y el jefe de la Agrupación Cuerpos, comisario inspector Adolfo Daniel Puyol.
La presentación se realizó no sólo con nombres, sino también con pruebas contundentes y minuciosos detalles sobre cómo habría sido la metodología por la cual obligaron a Paula a realizarse un aborto contra su voluntad, en el que la joven murió y luego fue desaparecida.
Las detenciones llegaron
Tras el fuerte pedido de la familia, de la comunidad sanlorencina y de la región, una semana después, llegó la respuesta del juez Tutau.
Pasadas las dos de la tarde del lunes 20 de abril se conoció que ocho personas fueron detenidas por estar vinculadas a la desaparición y muerte de Paula Perassi, tres civiles y cinco policías.
Quedaron detenidos Strumia, Michl y Rusñisky, además de los policías Gómez, Godoy, Galtelli y el Comisario Principal Krenz. Mientras tanto, el Comisario Inspector Puyol también quedó detenido, pero con prisión domiciliaria, ya que habría alegado que tiene un problema en la columna.
Todos comenzaron a prestar declaración indagatoria ante el juez, el día martes.
La noticia de las detenciones fue recibida con efusivas reacciones de la comunidad la que, vía redes sociales, expresó su conformidad con la decisión del juez. Los padres de Paula la tomaron con tranquilidad, y un sesgo de esperanza.
“Ya se rompió la burbuja, explotó todo, aunque esto sólo es un paso más, pero salió todo a la luz”, señaló con entereza y remarcó: “yo lo único que quiero es saber dónde está el cuerpo de mi hija”, expresó Alberto Perassi, tras conocer la decisión del juez y avanzar en las detenciones solicitadas por los fiscales.
Excavaciones en manos del EAAF
Mientras tanto, esta situación de reclamos y detenciones se produce en el contexto de búsqueda de los restos de Paula en una cava ubicada en la zona rural, al norte de Puerto General San Martín. A partir de un dato concreto, aportado por un testigo, se estima que en ese lugar podrían haber arrojado y ocultado el cuerpo de Paula luego de causarle la muerte.
Nuevamente, y gracias a su trabajo constante para sostener la búsqueda de su hija, Alberto se contactó con el Equipo Argentino de Antropología Forense, integrado por profesionales reconocidos a nivel mundial por haber encontrado, entre otros, los restos del Che Guevara en Bolivia y de desaparecidos de la dictadura en nuestro país.
Los trabajos en la cava comenzaron el lunes 13 de abril y según se estima llevarán alrededor de 60 días hábiles.
El antropólogo Juan Nóbile, integrante del Equipo Argentino de Antropología Forense y quien está a cargo de las tareas explicó: “estamos acomodando el lugar, porque había tierra que era posterior a los hechos denunciados, estamos retirando eso, acomodando un poco la cava como para luego sí empezar a trabajar”.
En el lugar atentamente custodiado por Gendarmería Nacional, trabajan durante ocho horas diarias dos máquinas, una retroexcavadora con pala frontal y una máquina tipo topadora, grande, también con pala frontal.
En los próximos días se sumarán antropólogos y personal especializado, que se espera sean alrededor de diez personas. Desde ese momento comenzarán las tareas de revisión de la cava y así, las maquinarias en conjunto con el trabajo manual van a continuar con las excavaciones y la minuciosa búsqueda.
Se trata de una cava de 70 por 40 metros, con 5 metros de profundidad, que se comenzó a hacer y a arrojar desechos en el año 2004 y hasta la actualidad. Allí se encuentra basura de todo tipo, doméstica, de fábricas de la zona, tierra y cereal.
Frentes abiertos
Ante estos dos frentes abiertos, por un lado las excavaciones para buscar el cuerpo de Paula, y por el otro las detenciones y averiguaciones sobre quiénes son los involucrados en el crimen, resta esperar, y de espera los Perassi saben, y mucho.
Se aguarda que retiren las palas de tierra de arriba de la cava para acercarnos a la verdad. Y también, resta esperar que se derriben las palas de tierra que pesan sobre la justicia, que hasta el momento había estado tapada y oscura y que cuando tarda en llegar, se desdibuja el pleno sentido de lo que su palabra encierra.