Barro en los zapatos, por Gustavo Martínez
Los cementerios no fueron hechos para enterrar a nuestros hijos. Al revés es como debe ser, al reves es la ley de la vida, de la naturaleza, de dios. Que los padres entierren a sus hijos en los cementerios, que no estan hecho para eso, es la ley del mercado en el que vale todo menos la vida y menos nuestros hijos, es la ley de la ganancia de unos pocos que multiplica la desigualdad social que trae violencia.