A la intemperie
Sin guantes, barbijos, ni botas, trabajan con lo que para todo el mundo es basura. De sol a sol, en la vereda este de Cabal y Olivé (barrio Empalme Graneros) que con los años se transformó en una planta de clasificación de residuos a cielo abierto; y hoy es el sustento de vida de seis familias. “Necesitamos un espacio donde poder trabajar mejor. Ya conseguimos muchos lugares pero no pasa nada, en la Municipalidad nos ponen la excusa de que nos somos cooperativa", explican los trabajadores.